1.3.1.2. Narratario/lector. ESO
Paralelamente a la distinción que realizábamos entre autor y narrador, debemos diferenciar entre lector y narratario. El lector, como el autor, pertenece al mundo real, mientras que el narratario no.
NARRATARIO. Tampoco el destinatario de
una obra literaria es el lector real, el lector que en un momento determinado lee
una narración El narratario forma parte de la ficción, es el correlato del
narrador, a quien este se dirige.
LECTOR. Es el lector real, histórico de
una obra. Se trata de una persona del mundo real, lo mismo que el autor real
Una
vez hemos visto los cuatro elementos de lo que suele denominarse pacto narrativo –narrador, autor, lector y narratario– podemos señalarlos en el
texto siguiente:
Yo,
señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos
cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos
creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en
destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a
quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes
se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas. Aquellos
gozan de un mirar sereno y al aroma de su felicidad sonríen con la cara del
inocente; estos otros sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño
como las alimañas por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las
carnes con arrebol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de
borrar ya.
Nací
hace ya muchos años –lo menos cincuenta y cinco– en un pueblo perdido por la
provincia de Badajoz; el pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo,
agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan, lisa y larga
como los días –de una lisura y una largura como usted, para su bien, no puede
figurarse– de un condenado a muerte.
Camilo José Cela, La familia de Pascual Duarte
La familia de Pascual Duarte es una ficción autobiográfica en la que el protagonista, Pascual, cuenta su vida al señor don Joaquín Barrera López. Se trata de una especie de confesión con la que Pascual quiere liberarse de los recuerdos que le angustian en los momentos previos a su ejecución. Así pues, el autor es Camilo José Cela; el narrador, Pascual Duarte; el narratario don Joaquín y el lector, cada uno de nosotros. Veamos el narratario en algunos textos más.