La palabra cáncer es un término
muy amplio que en realidad abarca a más de 200 tipos de enfermedades (tumores
malignos). Cada uno de ellos posee unas características particulares, que
en algunos casos son completamente diferentes a las del resto de cánceres,
pudiendo considerarse enfermedades independientes, con sus causas, su evolución
y su tratamiento específico.
El cáncer
es muy frecuente y puede afectar a cualquier órgano o sistema
del cuerpo. Se trata de una enfermedad no transmisible,
aunque algunos tipos de cánceres tienen su origen en la acción
de algún virus o bacteria (éstos no son los más habituales). |
Las células de nuestro
cuerpo se reproducen mediante un proceso de división celular controlado, el
cual indica a cada célula cuando debe dividirse y cuando
no debe. Si los mecanismos de control de una célula se alteran, ésta y sus descendientes inician una
división
incontrolada (dejan de obedecer al organismo), y crecen de forman desordenada
hasta formar un grupo de células rebeldes o tumor.
Cuando las células que constituyen un
tumor no poseen la capacidad de invadir y destruir otros órganos, hablamos de tumores
benignos y no de cáncer. En algunos casos, estas células, además de crecer sin control, adquieren la capacidad de invadir
otros tejidos y órganos, y de trasladarse y proliferar en otras partes del
organismo (metástasis). Cuando esto ocurre, se les denomina tumores malignos,
y se produce lo
que consideramos cáncer.
La
malignidad de un tumor viene determinada por la agresividad de
sus células, que le confiere una mayor o menor capacidad de
invasión. |
El 75-80 % de los cánceres se
deben a la acción de agentes externos que actúan sobre el organismo, causando
alteraciones en las células, son los llamados agentes carcinógenos o
cancerígenos. En
el otro 20-25 % de los casos, no se conocen con exactitud los mecanismos por los
que se produce y desarrolla el cáncer. Se piensa que puede ser debido a
mutaciones espontáneas de los genes (cambios en el material genético) o por la
acción de algún factor externo que aún no se ha identificado. En algunos
casos, muy pocos (5-7 %), las personas presentan una predisposición genética
al desarrollo de ciertos cánceres, esto ocurre porque se heredan genes ya
alterados.
Los agentes carcinógenos pueden ser:
1) Físicos: rayos X, rayos
ultravioleta del sol (UV), fugas radioactivas en centrales nucleares...
2) Químicos: la mayoría
relacionados con actividades industriales. Se conocen unos 2.000 productos
químicos que pueden producir cáncer (amianto, arsénico, benceno, cadmio,
níquel, plomo...). El humo del tabaco contiene varias sustancias
carcinógenas.
3) Biológicos: algunos cánceres
son atribuibles a infecciones persistentes provocadas por virus, bacterias o parásitos,
entre los que destacan el virus del papiloma humano (cáncer de cuello
uterino), el virus de la hepatitis B (cáncer de hígado), y la bacteria Helicobacter
pylori (cáncer de estómago). |
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La mayoría de los cánceres se curan,
pero lo mejor es prevenirlos mediante hábitos de vida adecuados, tales
como:
- Acudir al médico en caso de detectar
ciertas anomalías en el organismo: bulto o nódulo, herida o
úlcera que no cicatriza, mancha o lunar que cambia de forma, tamaño y/o color,
sangrado o hemorragias anormales, tos y/o ronquera persistente, cambios en los
hábitos urinarios o intestinales, o pérdida de peso no justificada.
- Alimentación sana y equilibrada (ver
Unidad 2).
- Evitar el consumo de tabaco.
- Seguir las medidas de seguridad en
aquellos trabajos en los que se manipule o trate con sustancias cancerígenas.
- Realizar ejercicio físico.
- Evitar la exposición prolongada al sol,
y utilizar cremas protectoras solares, especialmente en verano.
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Frutas y verduras:
imprescindibles en una alimentación sana y equilibrada. |
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RECUERDA: El 70-80 %
de los cánceres pueden prevenirse. |
Existen fundamentalmente 3 tipos de tratamientos
frente al cáncer: cirugía (eliminar el tumor mediante
operación), radioterapia (atacar al tumor, cuando está muy
localizado, con rayos X), quimioterapia
(administración de fármacos anticancerígenos). Para algunos tumores
se utilizan la hormonoterapia (tratamiento con hormonas), inmunoterapia
(tratamiento con sustancias producidas por el sistema inmune) y el
tratamiento con rayos láser.
Algunos tratamientos son muy agresivos y tienen numerosos efectos
secundarios.
La eficacia de los tratamientos citados está comprobada científicamente, no pasa lo mismo con las
terapias alternativas, cuya eficacia no está demostrada,
no existen las terapias o los fármacos milagrosos. |
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