1) Desnutrición severa: se produce cuando se suministran al organismo muchos menos nutrientes de los necesarios. Un ejemplo de desnutrición muy común en niños pequeños del tercer mundo es el kwashiorkor. Éste se debe a una malnutrición severa que incluye una carencia de casi todos los nutrientes básicos y especialmente de proteínas. El aspecto de un niño con kwashiorkor es inconfundible: cara redonda, vientre hinchado por culpa de la acumulación anormal de líquido, debilidad extrema, cambio de coloración de la piel y del pelo (se vuelven rojizos). 2) Obesidad: producida al ingerir muchas más calorías de las necesarias, especialmente en forma de grasas y glúcidos que provocan un aumento del peso corporal. Para conocer el grado de nutrición de una persona se utilizan diversos parámetros, entre ellos tenemos el IMC (índice de masa corporal). Se calcula dividiendo el peso en kg entre la altura (en m) al cuadrado. Se consideran valores de IMC normales entre 18,0 y 22,9 para las mujeres, y entre 20,0 y 24,9 para los hombres. En el siguiente formulario puedes calcular tu IMC:
El peso es normal cuando está un 10 % por encima o debajo del ideal. Por ejemplo, si el peso ideal es 50, es normal pesar entre 45 y 55 kg. Se considera sobrepeso cuando el peso está un 10 % por encima del ideal; se habla de obesidad cuando está 20 % por encima, y por último, se considera obesidad mórbida (o peligrosa) cuando se pesa más de un 30-35 % de lo ideal. Para conocer tu peso ideal (P.I.) rellena el siguiente formulario:
El exceso de peso está cada vez más extendido en los países ricos, incluyendo España. En nuestro país es preocupante el número de niños con este problema. La obesidad está asociada a numerosas enfermedades: diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas con los huesos y articulaciones, alteraciones en el sueño, madurez prematura (las niñas obesas pueden entrar antes en la pubertad), trastornos que derivan en bulimia y anorexia nerviosas, problemas cutáneos, alteraciones de la vesícula biliar, daños en el hígado, alteraciones menstruales, etc.
Para prevenir la obesidad se debe evitar el consumo abusivo de alimentos, sobre todo de los ricos en grasas y glúcidos. En cambio, para no pasar hambre, se puede aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra que aportan pocas calorías y gracias a ella tienen capacidad "saciante" (quitan el hambre). También se debe evitar el alcohol, el cual proporciona muchas calorías y pocos nutrientes. Por último, es fundamental, aumentar la actividad física. 3) Hipercolesterolemia: se produce por exceso de colesterol en la sangre que se acumula en el interior de los vasos sanguíneos y puede producir infartos de miocardio y trombosis al bloquear el paso de la sangre. Para evitarla, lo mejor es reducir el consumo de colesterol (máximo 300 mg/día), el cual aparece en alimentos de origen animal como las carnes y quesos grasos, yema de los huevos, leche entera, embutidos. Se ha comprobado que la ingesta de pescado azul (atún, sardinas, caballas) o productos a base de soja reducen el colesterol en sangre. 4) Enfermedades carenciales: producidas por la falta de alguna vitamina o sal mineral concreta. Hay muchas, algunas son: - Anemia: es la disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre debido a varios factores, entre ellos la falta de hierro (muy común), la falta de vitamina B9 y B12. Los síntomas son el cansancio fácil, velocidad del corazón aumentada, dificultad para respirar y dolor de cabeza (principalmente con el ejercicio), dificultad para concentrarse, mareo, piel pálida, calambres en las piernas e insomnio. Es más común en las mujeres, debido a las pérdidas de sangre que se producen con cada ciclo menstrual.
- Hipovitaminosis o avitaminosis: se llaman así todas las enfermedades carenciales producidas por falta de alguna vitamina. Al margen de las ya citadas, tenemos escorbuto (por falta de vitamina C, con síntomas como las hemorragias o caída de dientes), beriberi (falta de vitamina B1, se producen trastornos en el sistema nervioso), pelagra (falta de vitamina B3, caracterizada por la lesiones en la piel, diarrea, demencia), xeroftalmia o ceguera nocturna (falta de vitamina A, se produce sequedad de los ojos, mala visión especialmente por la noche y sequedad en la piel), esterilidad por falta de vitamina E. Una alimentación sana y equilibrada corrige todas estas enfermedades. 5) Anorexia nerviosa: es una enfermedad mental caracterizada por la extrema delgadez voluntaria. Afecta preferentemente a mujeres jóvenes entre 14 y 18 años. Son enfermos que dejan de comer y cuando lo hacen suelen vomitar voluntariamente; tienen un miedo intenso a ganar peso y una imagen corporal distorsionada (se ven obesos aunque no lo estén); para adelgazar son hiperactivos o realizan ejercicio físico en exceso. Todo esto causa múltiples alteraciones en el organismo: - Pérdida de la menstruación en
las mujeres. 6) Bulimia nerviosa: trastorno mental similar al anterior pero en este caso el enfermo suele ingerir grandes cantidades de alimentos ("atracones") para vomitarlos seguidamente. Como en la anorexia se tiene una preocupación exagerada por el control del peso corporal, y afecta mayoritariamente a mujeres jóvenes aunque algo mayores que en la anorexia. Los síntomas más frecuentes son: comer compulsivamente y a escondidas; preocupación constante en torno a la comida y el peso; uso excesivo de laxantes y diuréticos; alteración del esmalte de los dientes y daños en las manos y esófago debido a los vómitos autoprovocados; cambios de carácter incluyendo: depresión, tristeza, sentimientos de culpabilidad y odio hacia uno mismo. En estos casos el peso puede ser normal o incluso elevado.
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