La fibra vegetal está formada por aquellas partes de los alimentos vegetales que, en su mayor parte, no pueden ser digeridos en el tubo digestivo humano. Químicamente pertenece al grupo de los glúcidos. Entre las propiedades de la
fibra cabe destacar:
Podemos distinguir dos formas de fibra: 1) Fibras insolubles: no se absorben en el intestino como ocurre con la celulosa, que pasa a través del intestino sin sufrir cambio alguno. Abundan en alimentos como el salvado del pan, pan y cereales integrales, guisantes y judías. 2) Fibras solubles: se absorben gracias a que son parcialmente descompuestas por bacterias del colon (intestino grueso) y transformadas en componentes más simples. Se encuentran en alimentos como copos de avena, judías, muchas verduras y frutas (manzana, ciruelas, naranjas, peras, plátanos, fresas) y determinados frutos secos.
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