Los nutrientes inorgánicos son el agua y las sales minerales, ambos presentes tanto en los seres
vivos como en la materia inerte.
1) Agua: se
encuentra en
todos los alimentos en mayor o menor proporción. No produce energía en
el organismo.
Tiene varias funciones:
- Mantiene el
equilibrio hídrico: nuestro organismo obtiene agua de los
alimentos sólidos y líquidos. Las vías por
las que se pierde agua corporal son la orina,
heces (en pequeñas cantidades), el sudor y el
aire húmedo espirado.
- Regula la temperatura corporal (termorregulación):
necesita mucha energía para calentarse y cuando se evapora absorbe mucho
calor, que es aprovechado
por el cuerpo para refrigerar la piel
mediante la sudoración.
- Disolvente: disuelve
casi todas las
sustancias en el organismo (disolvente universal), interviniendo
activamente en muchas reacciones y trasportando numerosas
sustancias (por ejemplo, por la sangre).
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La
sandía es un alimento que contiene mucha agua. |
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2) Sales minerales: constituyen el 1 al 2 % del peso
del cuerpo. No aportan energía, aunque son fundamentales para muchas de sus
estructuras y reacciones metabólicas ayudando a las enzimas. Su falta produce enfermedades. Se encuentran en todos los
alimentos y disueltas en las bebidas.
Los principales minerales en la dieta
son:
- Calcio (Ca):
el cuerpo humano contiene más de 1 kg de calcio formando parte de
los huesos y dientes. Además, regula la contracción muscular e
interviene en la coagulación sanguínea.
Se encuentra fundamentalmente en la leche y los derivados lácteos,
y menos en carnes y pescados.
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- Fósforo (P):
necesario para la osteogénesis
y formación de los dientes, forma moléculas
importantes como los ácidos nucleicos (ADN
y ARN).
Abunda en el pan blanco, arroz, carnes, hígado,
algunas frutas (plátano, naranja), leche, queso, huevos.
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- Hierro
(Fe): forma parte esencial de la hemoglobina
de la sangre y
otras proteínas y enzimas importantes.
Está presente en alimentos de origen animal (es el hierro
de fácil absorción
intestinal) como carnes rojas, hígado
y yema de huevo, y en alimentos de origen vegetal (hierro de peor absorción) como frutos secos, espinacas,
lentejas. En ambos casos, se facilita la absorción del
hierro si va unido al consumo de vitamina C.
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- Yodo (I): forma
parte de las hormonas del tiroides
que
intervienen en el control del metabolismo
basal.
Presente en pescados, mariscos y en las sales yodadas que
añadimos a nuestros alimentos.
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- Sodio (Na) y potasio (K):
el sodio es el principal catión
extracelular
y el potasio el intracelular. Son muy importantes
en la regulación del equilibrio del agua y otras sales, y en la
transmisión del impulso nervioso.
Presentes en casi todos los alimentos: el tomate, cítricos
y los plátanos son particularmente ricos en potasio.
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- Cobre
(Cu):
interviene en la utilización adecuada del hierro. También
se necesita para el desarrollo de los tejidos conjuntivos
y los vasos sanguíneos.
Abunda en el marisco y menos en la carne.
- Flúor (F):
forma parte en pequeña proporción de huesos y dientes.
Es casi inexistente en los alimentos, se suele añadir
al agua de consumo. Últimamente se comercializan sales
de mesa con flúor y yodo añadido (sal yodo-fluorada).
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