Existen 4 tipos de nutrientes orgánicos: glúcidos, proteínas, lípidos y vitaminas. 1) Glúcidos (carbohidratos o hidratos de carbono): su principal función es aportar energía (4 kcal/g aproximadamente), pero también forman parte de algunas estructuras del organismo.
2) Lípidos (grasas): altamente productores de energía (9 kcal/g aproximadamente). Constituyen elementos estructurales del organismo (ejemplo: membranas de las células) y funcionales (ejemplo: hormonas, transporte de sustancias, parte de algunas vitaminas). Se almacenan en el tejido adiposo (tejido graso) del cuerpo y sirven para dar energía cuando se agotan los glúcidos. Al ser grasas, son insolubles en agua y solubles en disolventes orgánicos. Algunos comunes son: fosfolípidos y colesterol (forman las membranas celulares, el primero de ellos se halla en mayor proporción), triglicéridos (utilizados para almacenar energía en el organismo). Desde el punto de vista de la alimentación, las mejores grasas son las llamadas insaturadas, que abundan en casi todos los vegetales y muchos pescados. En cambio, las grasas saturadas y el colesterol no son muy saludables y su consumo debe moderarse. Estas "grasas malas" abundan en la yema de huevo, tocino, vísceras, derivados lácteos (queso, mantequilla, etc.), mariscos, embutidos.
3) Proteínas: al oxidarse dan 4 kcal/g aproximadamente, pero ésta no es su función en el organismo y solamente se realiza en caso de escasez de glúcidos o grasas.
4) Vitaminas: no aportan prácticamente energía. Son sustancias orgánicas muy variadas en composición, que necesariamente han de ser ingeridas en la dieta, pues no las podemos sintetizar. Se necesitan en cantidades muy pequeñas, pero su falta provoca enfermedades carenciales o avitaminosis, y en ciertos casos, su exceso puede ser nocivo. Su principal función es intervenir en numerosos procesos metabólicos (reacciones químicas del organismo), formando parte o siendo necesarias para el funcionamiento de muchas enzimas. Se clasifican en dos grupos en función de su solubilidad: hidrosolubles y liposolubles. a) Hidrosolubles (se disuelven en agua): actúan como coenzimas (sustancias que ayudan al funcionamiento de las enzimas) o precursores de coenzimas. - Grupo B: son B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12. Su función más común es intervenir en la obtención de energía a partir de los nutrientes. No obstante, algunas tienen otras destacadas funciones como la B9 (ácido fólico) fundamental en la formación de los glóbulos rojos o en el desarrollo del sistema nervioso del feto. En general, casi todas abundan en carne de cerdo, hígado, huevos, cereales integrales y legumbres. La B8 (biotina) y la B12 (cobalamina) son sintetizadas por las bacterias del intestino (flora intestinal). Al estar presentes en el intestino, pasan fácilmente al organismo y no necesitamos consumirlas.
b) Liposolubles (se disuelven en las grasas): se almacenan en el hígado y por ello su deficiencia no suele ser típica, de producirse se detecta 2-3 meses después de haberse dejado de ingerir. El exceso de estas vitaminas suele ser perjudicial, debido a su acumulación en el cuerpo.
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