En estas sociedades existen innumerables factores que 
									inciden en nuestra salud mental. Desde unas vivencias que 
									parecen muy abstractas, como la presión por triunfar, la 
									competencia en el trabajo o la falta de perspectivas en la 
									vida, hasta otras que nos resultan más próximas, como las 
									responsabilidades familiares y laborales, los grandes 
									desplazamientos en las ciudades, la falta de horas de 
									sueño o una alimentación poco equilibrada, todas ellas 
									son factores causantes de alteraciones nerviosas. En 
									ciertas ocasiones  pasan desapercibidas,  como el insomnio, 
									la agresividad, la falta de capacidad de concentración, etc.,  
									pero en otras se convierten en  enfermedades  graves, como las 
									depresiones u otras enfermedades que afectan a la mente humana.
									
																	
																						  
									
 No siempre es fácil encontrar las causas de 
									estas alteraciones. Más difícil aún resulta evitarlas 
									porque, como ya hemos indicado, se deben al tipo de 
									vida obligado que llevamos y, muchas veces, la curación 
									de estas enfermedades exige un cambio en el modo de vida.
		
									
									
									
En líneas generales, se pueden considerar como hábitos 
									saludables para nuestro Sistema Nervioso los siguientes:
	
									
									
									
																	
									
									 Una alimentación sana y equilibrada, que nos aporte las sales 
									minerales y las vitaminas adecuadas, 
									   además  de otros nutrientes.
									Una alimentación sana y equilibrada, que nos aporte las sales 
									minerales y las vitaminas adecuadas, 
									   además  de otros nutrientes.
	
									
									
																	
									
                                     Pasear, desplazarse andando si es posible, salir al campo, etc.
									Pasear, desplazarse andando si es posible, salir al campo, etc.
									
									
									
                                     Adaptarse a las posibilidades que uno tiene en su vida familiar o laboral.
									Adaptarse a las posibilidades que uno tiene en su vida familiar o laboral.
									
									
									
                                     Encontrar momentos de tranquilidad para realizar actividades tales 
									como leer, hacer deporte, o simplemente 
									   charlar con otras personas.
									Encontrar momentos de tranquilidad para realizar actividades tales 
									como leer, hacer deporte, o simplemente 
									   charlar con otras personas.