Nazismo y fascismo
El fascismo italiano queda reflejado en El caso Matteotti, El conformista y, como contexto que anula a las personas, en Una jornada particular. Otras obras que narran historias en la Italia fascista -al margen de las que se hicieron en esa época como apologías del régimen y de la guerra- son El proceso de Verona, sobre la defenestración de Mussolini, La estrategia de la araña, el drama psiquiátrico Por las antiguas escaleras, Renata, La viuda indomable, sobre los enfrentamientos políticos en los años veinte, el drama humano Vivir en paz, etc.
En el caso del cine francés, la revisión del régimen pro-nazi de Vichy tiene lugar, ya en los años setenta, a partir de Le chagrin et la pitié, con obras tan sugestivas y combativas como El otro señor Klein, Un saco de canicas, los dos filmes de Malle Lacombe Lucien y Adiós, muchachos, Sección especial, la película de montaje L'oeil de Vichy, El viejo y el niño a las que hay que añadir los títulos que se refieren de forma más genérica a la Ocupación y la resistencia (El último metro, Arco de triunfo El amor en tiempos de guerra).
De la pervivencia del nazismo tras la guerra mundial -o de las consecuencias en el presente, sobre todo en los traumas de los supervivientes del holocausto- dan testimonio filmes como The Stranger La caja de música, Corazones enfrentados, Marta y yo, Odessa, según el célebre éxito literario, El pacto de Berlín, El prestamista, el drama de investigación La llama sagrada y en clave de parábola Le chouchou de l'asile. Algunas de estas películas plantean las formas de neofascismo actuales, perspectiva en la que también se encuentran Die Erben, El sendero de la traición, Storm Warning, Sleeping Dogs, etc.
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