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Emigración
La gran emigración europea -italiana, centroeuropea y nórdica- a Estados Unidos en los comienzos de siglo XX tiene filmes tan interesantes como el díptico Los emigrantes y La nueva tierra, el relato de concienciación Joe Hill, Nunca la olvidaré o la saga familiar América, América. La América de los años treinta, tras la crisis del 29, origina una emigración desde las regiones dependientes de la agricultura a otras de economía más diversa, pero también desde las ciudades al campo, como muestran admirablemente El pan nuestro de cada día, Esta tierra es mía y Las uvas de la ira. El cine norteamericano ha plasmado los conflictos entre nativos e inmigrantes de distinto origen (La bahía del odio, La ciudad), las razones sociopolíticas (Cuando salí de Cuba, Un ruso en Nueva York), los problemas legales (Matrimonio de conveniencia) o las condiciones de vida de éstos (La otra América, Oro en las calles); problemas también reflejados por la cinematografía italiana (Mortadela, Un italiano en Chicago) o británica (Pan y rosas).
La emigración mexicana y latinoamericana a Estados Unidos a través del río Grande está muy presente en el cine contemporáneo, desde los años setenta hasta la actualidad. ¡Alambrista! es la producción norteamericana más importante de un ciclo que muestra problemas de los "mojados" como la persecución policial, la explotación de los temporeros, el delictivo tráfico de personas, la separación de la familia, el racismo, etc. al que pertenecen la clásica Espaldas mojadas, la comedia Mojado Power, el díptico de Gregory Nava El Norte y Mi familia, Río abajo, La línea, No Turning Back y La frontera, que subraya la corrupción policial.
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