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Emigración Las migraciones del sur de Italia en la postguerra están presentes en muchas películas, desde títulos clásicos (El camino de la esperanza, Delito de amor, Mimí metalúrgico..., Rocco y sus hermanos, Aventuras y desventuras de un italiano emigrado, I Magliari) hasta más recientes (Tutte le domeniche matina, L'ombre des chateaux, Palermo, Así reían), la mayoría de ellos con talante de denuncia de la situación que viven los emigrantes.
Sobre la presencia de africanos en Francia hay bastantes filmes: L'autre France expone las dificultades de un mauritano, En l'autre bord, Le gone du Chaâba y las obras de Robert Guédiguian ¡Al ataque! y Marius y Jeannette, un amor en Marsella. Los turcos y kurdos son protagonistas de emigraciones a Alemania (Todos nos llamamos Alí, Cabeza de turco y 40 m2 Deutschland), Suiza (Viaje a la esperanza, Escape to Paradise) o Suecia (El autobús). Trabajo clandestino cuenta la historia de unos trabajadores polacos en Gran Bretaña, país donde se encuentran los pakistaníes de Compañeros de fatigas, la rusa de Last Resort y los chinos de Luna extranjera. En tránsito y Traversées critican la burocracia y los muros entre los países que condenan a la ilegalidad a las personas. El cine español se hace eco de la vida de los inmigrantes latinoamericanos, principalmente cubanos (En la puta calle, Cosas que dejé en La Habana, Flores de otro mundo). Los inmigrantes magrebíes y subsaharianos aparecen en Las cartas de Alou, Saïd, Bwana, Poniente, Menos que cero, Tomándote, En construcción todos ellos relatos que reflejan el racismo y la marginación social y laboral.
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