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Sindicalismo
En el cine norteamericano hay una perspectiva muy crítica con los sindicatos, considerados como organizaciones mafiosas que explotan a los obreros o revientan las huelgas (La ley del silencio, Infierno negro), se benefician de los afiliados (Blue collar) o que mantienen conexiones mafiosas que potencian su poder en la sociedad con un beneficio dudoso para los trabajadores (FIST, Hoffa), incluso los enfrentamientos laborales son excusa para filmes de acción violenta (Convoy II). Una visión positiva en las películas que narran los conflictos obreros y la creación o la potenciación del sindicato en un centro de trabajo; algunas son producciones independientes, como los documentales sobre huelgas Harlan County USA y American Dream, ambos de Barbara Kopple, y la que probablemente sea la película más importante sobre el sindicalismo y la huelga, La sal de la tierra, mientras en casos contados se trata de filmes de estudio (Norma Rae, Silkwood, Odio en las entrañas). Las películas sobre los orígenes del sindicalismo norteamericano muestran las primeras organizaciones a través de biografías de personajes comprometidos con un ideal (Joe Hill, Esta tierra es mi tierra) o de movimientos de izquierda (The Wobblies).
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