Sindicalismo Una de las cuestiones más recurrentes en estas películas es el reconocimiento del derecho a la huelga y a la manifestación de protesta por las condiciones laborales (Daens, Harlan County USA, La huelga, Norma Rae, La sal de la tierra, Todo va bien, Taiyo no nai machi, Matewan). A veces la huelga es un componente de un marco social más amplio que sirve para describir la sociedad contemporánea, como en Britannia Hospital o Zazie en el metro. Unido al hecho de la huelga está la toma de conciencia del trabajador, la transformación de la pasividad o la impotencia en una lucha solidaria (La clase obrera va al paraíso, Days of Hope, El fin de San Petersburgo, Kuhle Wampe, La madre, Metello, Mis universidades, Norma Rae, El puente). Esa transformación tiene dos virtudes para el cine: resulta muy didáctica para el cine militante que ofrece modelos de compromiso social para el espectador, al mismo tiempo que hace homenaje a personas que consagraron su vida a la lucha laboral.
Dentro de los distintos sectores profesionales cobra especial importancia la minería en la que se ubican filmes como Actas de Marusia, Adalen 31, Beau Masque, Borinage, Doblones de a ocho, Germinal, Harlan County USA, Odio en las entrañas, ¡Qué verde era mi valle!, Matewan, Strikebound que narran conflictos laborales; y el trabajo agrícola y ganadero, presente particularmente en obras del cine italiano (La caza trágica, El molino del Po, Hay que quemar a un hombre) además de otros títulos como Comrades o El rigor del destino.
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