En este contexto, la sangría nada tiene que ver ni con el I.R.P.F., ni con la retención para la S.S., ni con el tinto de verano, ni siquiera con las sanguijuelas. Más bien con el deseo de coger un párrafo y separarlo más del margen; esto es, "metiéndolo hacia adentro" (sangría positiva) o "sacándolo hacia fuera" del margen (sangría negativa).

Si nos ponemos más solemnes definiríamos la sangría como un espacio con cierta medida que se antepone o pospone automáticamente a los lados de un párrafo. De esta manera, puedes hacer que un párrafo esté más o menos separado del margen de la página que los demás párrafos.

Si bien por definición la sangría afecta al párrafo completo, hay un tipo que da un trato especial a la primera línea:

Aquí tienes más ejemplos que te hemos preparado. Observa los seis párrafos siguientes y fíjate en sus diferencias (hemos colocado un marco rojo que referencia los márgenes establecidos para el texto):

Pues bien, ahora que ya has visto el uso de las sangrías, es hora de retomar nuestro documento para continuar con las mejoras.