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Estrellas

Los poliedros regulares estrellados pueden crearse prolongando las caras de un convexo, mientras queden caras no paralelas que aún no se encontrasen formando arista. Por esta razón no producen estrella ni el tetraedro ni el hexaedro. Estas estrellas conservan el número de caras, los planos de simetría y los ejes de rotación de los convexos que los originan.

También pueden crearse estrellas a partir de otros cuerpos como los poliedros semirregulares, por prolongación de caras, o combinando poliedros de igual o diferente tipo.

Octaedro estrellado (Stella Octángula)

Prolongando las caras de un octaedro se obtiene una única estrella, llamada por Kepler Stella Octángula.

También se construye combinando dos tetraedros sobre una misma sección cuadrada.

 

Dodecaedro estrellado

Prolongando las caras de un dodecaedro (o bien las aristas, en este caso) se obtiene el Dodecaedro estrellado.

Las caras del convexo pasan de pentágonos regulares convexos a estrellados.

 

Dodecaedro grande

Prolongando las caras de un dodecaedro estrellado, se obtiene la segunda estrella, llamada Dodecaedro Grande.

La silueta exterior de las caras recupera la forma de pentágono regular convexo.

 

Dodecaedro grande estrellado

Prolongando las caras de un dodecaedro grande, se obtiene la tercera y última estrella, llamada Dodecaedro Grande estrellado.

La forma de las caras vuelve a ser un pentágono regular estrellado.

 

Icosaedro estrellado

Prolongando las caras de un icosaedro se obtiene la primera estrella, el icosaedro estrellado.

Las caras del convexo pasan de triángulos equiláteros a hexágonos irregulares definidos por triángulos con los lados en razón áurea, como en el dodecaedro grande.

 

Icosaedro segunda estrella

Prolongando las caras de un icosaedro estrellado se obtiene una segunda estrella más irregular, ya que cada cara adopta la forma de dos triángulos equiláteros superpuestos.

También puede construirse combinando cinco octaedros regulares.

 

Icosaedro grande

En la última pulsación, cuando cada una de las caras del icosaedro convexo formó arista con todas las demás, se recupera la forma de triángulo equilátero, por lo que se denomina Icosaedro Grande.

La zona visible de cada cara se determina fácilmente sabiendo que los puntos de incidencia con las otras están en la sección áurea de los lados exteriores del triángulo.

 

Formas compuestas estrelladas

Del mismo modo que la Estella octángula es la combinación de dos tetraedros, otros dos sólidos interesantes nacen de combinar poliedros regulares duales o conjugados: el hexaedro con el octaedro, y el dodecaedro con el icosaedro.
Cuando inscribimos uno en el otro, hacemos que la esfera circunscrita del interior coincida con la inscrita del exterior, pero en este caso lo que hacemos es igualar las esferas medias de ambos, y así las aristas se cortan perpendicularmente en los puntos medios.

 

La combinación de hexaedro con octaedro genera como sólido común un cuboctaedro, y como sólido envolvente el dual de este, llamado Dodecaedro rómbico y clasificado en el grupo de sólidos de Catalán.

La combinación de dodecaedro con icosaedro genera como sólido común un triakontágono, y como sólido envolvente el dual de este, llamado Triakontaedro rómbico, también sólido de Catalán.

Dodecaedro rómbico estrellado

Las caras del Dodecaedro rómbico, como las del triacontaedro, son rombos con las diagonales en proporción 1 a raíz de 2. También se forma adosando a un cubo pirámides como las que forman sus caras con el centro.

Su estrella, que es como tres octaedros achatados, tiene la particularidad de ser la única con la que se puede teselar el espacio.

 

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