El viento es el aire en movimiento.
Hace muchos años se utilizaban los molinos de viento para sacar agua de los pozos o para moler el trigo y hacer harina.
Hoy en día, con la ayuda de los aerogeneradores podemos fabricar electricidad. A veces hay centenares de ellos en un mismo lugar. Son centrales eólicas. Algunos aerogeneradores son tan altos como un edificio de 20 pisos.
Presentan ciertos inconvenientes: provocan cambios notables en el paisaje, generan ruido y suelen situarse en las corrientes de aire que también utilizan las aves migratorias, que a menudo chocan contra ellos, provocándoles la muerte.
Pero a pesar de ello, el viento es una energía limpia: los aerogeneradores no queman combustible, por lo que no contaminan. Es una energía segura, renovable y libre.