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Respiración y relajación

Estamos ante dos conceptos diferentes pero que suelen ir muy unidos, tanto es así que sería muy difícil llegar a conseguir realizar una buena relajación sin controlar mínimamente nuestra respiración.

Entendemos por respiración el proceso mediante el cual tomamos el oxígeno del aire y desprendemos dióxido de carbono, no obstante, si atendemos a las diferentes formas en las que podemos tomar ese oxígeno en base a la inspiración y espiración, podemos estar hablando de diferentes tipos de respiración: clavicular, torácica y abdominal.

  • Respiración clavicular. Se lleva a cabo en la zona alta de los pulmones haciendo trabajar una pequeña parte de los mismos. En este caso la cantidad de oxígeno que introducimos en el cuerpo es mínima. Este tipo de respiración la notamos cuando recibimos un susto o un sobresalto. Se puede apreciar si nos tumbamos boca arriba en el suelo y colocamos nuestra mano por encima del esternón. Observaremos cómo se mueve al respirar.
  • Respiración torácica. Es el tipo de respiración que hacemos normalmente. Este tipo de respiración la notamos cuando recibimos un susto o un sobresalto. Se puede apreciar, como en el caso anterior, si nos tumbamos boca arriba en el suelo y colocamos nuestra mano justo encima del esternón. Observaremos cómo se mueve al respirar.
  • Respiración abdominal. En este caso hacemos llegar el aire hasta la parte más baja de nuestros pulmones, aprovechando toda su capacidad y, con ello, realizando un mayor aporte de oxígeno a nuestro organismo. Se trata del tipo de respiración indicada en las técnicas de relajación y, como en los casos anteriores y adoptando la misma postura, observaremos el movimiento de la mano si la colocamos sobre nuestro abdomen.

Imagen recopilada de http://www.luzserena.net/larespiracion.htm

Entendemos por relajación la aplicación de una serie de procedimientos para la consecución de estados psicofísicos opuestos a la conmoción y la tensión, cuyas características son una disposición anímica positiva y una sensación de bienestar, pero, sobre todo, la supresión de la angustia. La frecuencia baja de los latidos del corazón es señal de relajación. A este estado es imposible llegar sin un control total de nuestra respiración, en concreto de la respiración abdominal lenta y profunda. A partir a ahí intentaremos conseguir, a través de diferentes técnicas, el liberar nuestra mente de problemas, tensiones, estrés, etc.

Si bien hay diferentes actividades deportivas que se centran en estos aspectos, sobre todo aquellas con reminiscencias orientales (Yoga, Tai Chi, Pilates, …) no es menos cierto que la relajación, en muchas ocasiones orientada en este sentido, viene siendo un apartado importante en las clases de Educación Física en nuestros colegios, de forma que es allí dónde se sientan las bases para una práctica posterior.

Imagen recopilada de http://www.oposicionesgaite.com/galeria/galeria1.htm

A este respecto podemos intentar resumir una serie de consejos que nos brinda el portal euroresidentes.com y que sin duda nos ayudarán a conseguir una mayor predisposición:

  • Buscar un lugar adecuado, tranquilo.
  • Bajar el nivel de luz.
  • Respirar tranquilamente utilizando la técnica de la respiración abdominal.
  • Tomar conciencia de nuestros músculos y de su peso y contacto con la colchoneta, colchón, etc. e ir intentando relajarlos poco a poco.
  • Tomar conciencia de todos los segmentos que componen nuestro cuerpo.
  • Evitar cualquier preocupación y dejar nuestro pensamiento lo más libre posible.

Para saber más

(*) Fuentes consultadas: Microsoft Encarta 2005 y http://www.euroresidentes.com/yoga/relajacion/relajacion_index.htm

© 2005. Proyecto Ludos: Educación Física en E.Primaria. MEC y CCAA.