ECOSISTEMAS NATURALES DE ANDALUCÍA
ECOSISTEMAS NATURALES DE ANDALUCÍA
Los ecosistemas están formados por comunidades de seres vivos (biocenosis) que interaccionan entre sí y con los elementos que conforman su medio (biotopos).
Los ecosistemas intactos o menos alterados, presentan biocenosis más ricas en especies que los ecosistemas modificados por la actividad humana, que quedan empobrecidos en número de especies y, por tanto, tienen menor biodiversidad. Esto confiere una importancia enorme a los sistemas ecológicos naturales: son preciados tesoros de una riqueza difícilmente evaluable, tanto por sus paisajes únicos como por ser banco de nuestra reserva genética.
Los sistemas ecológicos naturales abarcan la mitad de la superficie total de Andalucía: tanto los ecosistemas propiamente naturales (que ocupan un 11% del territorio andaluz), como los que han sido transformados pero siguen siendo considerados como naturales (39% del total). El otro 50% del territorio corresponde a las áreas construidas, las cultivadas y las dehesas.
El territorio andaluz está considerado climáticamente como de tipo mediterráneo, aunque existan diferencias zonales considerables en cuanto a temperatura, precipitaciones, altitud, etc. En concreto Andalucía se encuentra formando parte de la región biogeográfica del Mediterráneo esclerófilo, es decir donde predomina la vegetación de hoja dura adaptada a la escasez de agua (típico bosque mediterráneo caracterizado por su hoja coriácea) y aún en los espacios de gran pluviosidad (como la Sierra de Grazalema, una de las zonas que registra mayores precipitaciones de toda la Península Ibérica, con más de 2.000 litros por metro cuadrado) se registra un período de sequía estival prolongado, y, por otra parte, abundan las especies de ambiente árido y semiárido.
Los principales ambientes donde se desarrolla la naturaleza en Andalucía se pueden clasificar en siete ecosistemas naturales terrestres diferenciados y dos ecosistemas marinos. De mayor a menor altitud, encontramos:
- ALTA MONTAÑA. Ecosistemas propios de las altitudes montañosas, en el que distinguimos dos escalones diferenciados: entre 1.500 y 2.700 metros (oromediterráneo) y por encima de los 2.700 metros (crioromediterráneo) exclusivo de Sierra Nevada, ambos con sus características específicas. Ocupan, aproximadamente, el 3,5% de nuestro territorio.
- BOSQUE DE HOJA ACICULAR. Ecosistemas en cuya masa vegetal dominan los árboles y arbustos de hoja acicular (que tienen forma de aguja), distintas especies de pinos, pinsapos, sabinas y enebros, principalmente, y que ocupan espacios naturales generalmente comprendidos entre los 700 y los 1.700 metros, aunque en el caso de determinadas especies de pinos como el pino carrasco (Pinus halepensis) o el pino piñonero (Pinus pinea) las podemos encontrar a nivel del mar (Parque Nacional de Doñana, Pinar de Barbate, Chapas de Marbella). Ocupan, aproximadamente, el 9,5% de nuestro territorio.
- RÍO Y RIBERA. Ecosistema propio del entorno húmedo de ríos y arroyos, que tiene su mayor concentración la cuenca del Guadalquivir, aunque lo podemos encontrar en todo el territorio andaluz, representando, aproximadamente, el 1% del total de nuestro territorio. En este ecosistema encontramos, entre otras especies características, el álamo blanco (Populus alba), el aliso (Alnus glutinosa), el sauce (Salix alba ), la zarza (Rubus ulmifolius), el junco (Juncus effusus) o el endrino (Prunus spinosa).
- BOSQUE DE HOJA CADUCA. Donde encontramos especies como el roble andaluz (Quercus canariensis), el roble melojo (Quercus pyrenaica), el arce (Acer monspessulanum) y otras masas arbóreas, como el castaño (Castanea sativa) que requieren ciertas condiciones de humedad y altitud, entre los 600 y 1.200 metros (entre los espacios supra y mesomediterráneo), ocupando, aproximadamente, el 2% de nuestro territorio.
- BOSQUE DE HOJA CORIÁCEA. Los árboles de hoja coriácea (que se parecen a la textura y el color del cuero) son muy típicos de nuestra flora: la encina (Quercus rotundifolia), y el alcornoque ( Quercus suber ), y asociados a ellos otras especies frecuentes como la esparraguera (Asparagus acutifolius) o el majuelo (Crataegus monogina). Ocupan, aproximadamente, el 11% de nuestro territorio.
- LAGUNA Y HUMEDAL. Ocupan, aproximadamente, el 1% de la superficie total de Andalucía, y se localizan en depresiones interiores o exteriores que adquieren denominaciones diversas como laguna, embalse, pantano, pantaneta, turbera, salina, saladar, yesos, marismas, según las características del suelo donde se encuentran. Aparece este ecosistema en gran número de espacios protegidos andaluces, entre otros: Doñana (marismas), Cazorla (pantano del Tranco), Padul (turberas), Alhama de Granada (pantaneta) o Cabo de Gata (salinas).
- ZONA ÁRIDA Y SEMIÁRIDA. Este ecosistema natural es el de mayor extensión en Andalucía, y se debe a que reúne gran cantidad de sub-ecosistemas que tienen en común la escasez de agua y vegetación; es el caso de la estepa, el llano, los yesos, el desierto, el matorral, las dunas y los arenales que suelen encontrase en el espacio comprendido entre el nivel del mar y los 500-700 metros de altitud (piso termomediterráneo). Ocupan, aproximadamente, el 21% de nuestro territorio.
- LITORAL ROCOSO. Fornado por las áreas de acantilados, roquedos y fondos precoralígenos, este ecosistema representa aproximadamente un tercio de la biomasa (cantidad total de seres vivos) de la costa andaluza. Se caracteriza en los pisos supra y mediolitorales por unas condiciones de vida extremas debido a la escasez e intermitencia del aporte de agua que suponen las olas, la marea y el rocío. En el piso infralitoral diferenciamos comunidades con algas fotófilas de agua batida, de algas fotófilas de agua calmada, de algas incrustantes y comunidades de precoralígeno.
- LITORAL ARENOSO. Este ecosistema representa algo menos de un tercio de la biomasa de la costa andaluza. Son las áreas de arenales, playas y dunas con fondos blandos, fangosos o limosos. Se caracteriza en los pisos supra y mediolitorales por su escasez en especies, sobre todo en playas de guijarros y arenas gruesas, sometidos a altas temperaturas por la exposición directa al sol y a una elevada salinidad por la continua evaporación de las salpicaduras y aerosoles de agua marina; en el piso infralitoral además del oleaje, adquiere una gran importancia el tamaño de las partículas del sustrato, a la hora de permitir la colonización de las especies animales y vegetales.
- ZONA PELÁGICA. Constituida por el dominio no bentónico, es decir, no íntimamente ligado al sustrato incluido dentro de las aguas jurisdiccionales andaluzas del territorio español, este ecosistema representa aproximadamente un tercio de la biomasa de la costa andaluza. Está habitado por los organismos que viven en la masa de agua (lo que se denomina pélagos). Dentro del pélagos se diferencian el plancton (animales y plantas flotantes o con movilidad escasa) y el necton (animales totalmente independientes de las corrientes para su desplazamiento vertical y horizontal, como el caso de muchos peces, cefalópodos como los calamares, reptiles y mamíferos, no incluyendo las aves por no existir en nuestro territorio andaluz pingüinos, alcas o araos).