BOSQUE DE HOJA ACICULAR
Los bosques de hoja acicular (que tiene forma de aguja) ocupan, aproximadamente, el 9,5% de nuestro territorio y generalmente lo forman distintas especies de pinos, pinsapos, sabinas y enebros; se reparten por diversos espacios naturales de nuestra geografía, siendo frecuente en el paisaje de media montaña, entre los 600 y los 1.500 metros, aunque en el caso de determinadas especies de pinos como el pino carrasco (Pinus halepensis) o el pino piñonero (Pinus pinea) las podemos encontrar a nivel del mar (Parque Nacional de Doñana o Pinar de Barbate, por ejemplo), y otras especies, como el pino salgareño (Pinus nigra), se localizan en la alta montaña.
Se caracterizan por tratarse de bosques abiertos de pinófitos que carecen de sotobosque diferenciado. Esto se debe, en ocasiones, a la superficialidad de sus raíces, la presencia de hongos descomponedores y a la pobreza de los suelos que colonizan. Los pinares se adaptan bien a sustratos pedregosos, arenosos, escarpados o descarnados y por tanto difíciles de ocupar por otras comunidades arbóreas; abundan en los espacios naturales andaluces, con frecuencia debido a un proceso de repoblación con especies que se acomodan fácilmente al clima mediterráneo, sin fuertes heladas en invierno y veranos cálidos y secos.
Un caso típico de adaptación a casi todo tipo de suelo es el pino carrasco, que encontramos en los Parques Naturales de las Sierras de Baza, Castril y Huétor, en la provincia de Granada, Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y el de Despeñaperros, en la provincia de Jaén, en el de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama en las provincias de Granada y Málaga, el Parque Natural de Los Montes de Málaga, y en la Sierra de Los Filabres, en la provincia de Almería.
El pino piñonero es también otra especie de gran difusión en el territorio andaluz y se encuentra tanto festoneando las costas de la provincia de Huelva, Cádiz y Málaga, pinares de: Parque Natural de Doñana, La Breña y Marismas del Barbate, Bahía de Cádiz (Pinar de La Algaida y bosquete de Sancti Petri), Parque Natural del Estrecho, y algunas concentraciones singulares en el litoral malagueño como Las Chapas (Marbella); o en zonas de media montaña como, las correspondientes a los Parques Naturales de las sierras de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva, de Tejeda, Almijara y Alhama, Despeñaperros, Andújar, y Cárdeña y Montoro, en la provincia de Córdoba.
El pino salgareño, también llamado pino laricio (Pinus nigra), el que puede alcanzar mayor porte de nuestras especies de pinos, se aclimata en determinadas alturas, desde los 800 a los 2.000 metros, y lo podemos encontrar formando concentraciones relevantes en los pisos superiores de los Parques Naturales de Sierra Nevada, Sierra de Baza, Sierra de Castril, Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, Sierra Mágina, y en la las sierras de La Sagra (Granada) y Los Filabres (Almería).
La fauna que habita el bosque es muy variada, en él encontramos grandes mamíferos como:
La cabra montés (Capra pyrenaica hispanica), en los Parques Naturales de Sierra Nevada, Sierras Subbéticas, Sierra de Huétor, Sierra Mágina, Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra de la Nieves, Sierra de grazalema y en las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
El ciervo (Cervus elaphus), en los Parques Naturales de Doñana, Sierras de Cardeña-Montoro, Sierra de Hornachuelos, Sierra de Aracena, Despeñaperros, Sierra de Andújar, Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas y Sierra Norte de Sevilla.
El jabalí (Sus scrofa), en los Parques Naturales de Doñana, Sierras de Cardeña-Montoro, Sierra de Hornachuelos, Sierra de Castril, Sierra de Huétor, Sierra de Aracena, Despeñaperros, Sierra Mágina, Sierra de Andújar, Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, Montes de Málaga y Sierra Norte de Sevilla.
El gamo (Dama dama), en los Parques Naturales de Sierras de Cardeña-Montoro, Sierra de Castril, Sierra de Andújar, Sierra de las Nieves.
El corzo (Capreolus capreolus), en los Parques Naturales de Los Alcornocales, Cardeña y Montoro, Sierra de Andújar.
El muflón (Ovis musimon), en los Parques Naturales de la Sierra de Castril, Sierra de Andújar, Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra de las Nieves.
El lince ibérico (Lynx pardina) especie en inminente peligro de extinción, del que quedan escasos ejemplares en los Parques Naturales de Doñana, Sierras de Cardeña-Montoro, Sierra de Castril, Despeñaperros, y Sierra Norte de Sevilla.
También se localizan con frecuencia en estos bosques otros mamíferos de mediano tamaño, como el gato montés (Felis silvestris), el zorro (Vulpes vulpes), el meloncillo (Herpestes ichneumon) especie que sólo se encuentra en toda la Penísula Ibérica en el sudoeste andaluz y sur de Portugal, el tejón (Meles meles), la Gineta (Genetta genetta), la comadreja (Mustela nivalis) y la garduña (Martes foina), entre otros. Entre los roedores, destaca la ardilla común o ardilla roja.
Un buen número de aves forestales nidifican en los bosques de hoja acicular, entre ellas: el pico picapinos (Dendrocopos major), el carbonero garrapinos (Parus ater), el petirrojo (Erithacus rubecula), el chochín (Troglodites troglodites), el lúgano (Carduelis spinus) y el piquituerto (Loxia curvirostra). Entre las grandes rapaces:
El águila real (Aquila chrysaetos). De todas las águilas, la más poderosa y de mayor envergadura. Se localiza, entre otros espacios, en los Parques Naturales de Sierra de Baza, Sierra de Castril, Sierra Mágina, Sierras Subbéticas, Sierra de Huétor, Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y Sierra de las Nieves.
El águila imperial (Aquila adalberti). Casi tan grande como el águila real, la raza española, muy poco frecuente, se localiza aún en los Parques Naturales de: Sierra Norte de Sevilla, Sierra de Andujar, Despeñaperos y Sierra de Hornachuelos.
El águila calzada (Hieraaetus pennatus). Es frecuente encontrarla en los Parques naturales de Los Montes de Málaga, Sierra de Huétor, Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, Sierras de Cardeña-Montoro, entre otros espacios naturales.
El águila perdicera (Hieraaetus fasciatus). Se localiza, entre otros espacios, en los Parques N aturales de Sierra de Andújar, Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, Sierras Subbéticas y Sierra de Hornachuelos.
El águila culebrera (Circaetus gallicus). Es frecuente encontrarla en los Parques naturales de Montes de Málaga, Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y Sierras de Cardeña-Montoro, entre otros espacios naturales.
También se localizan en estos bosques otras rapaces de menor porte, como el milano negro (Milvus migrans) y el ratonero (Buteo lagopus), azor (Accipiter gentilis) y gavilán(Accipiter nissus). Entre las aves nocturnas, destacan el búho real (Bubo bubo), la lechuza común (Tyto alba), el cárabo (Strix aluco) y el mochuelo (Glaucidium passerinum).
Dentro de la clasificación de bosque de hoja acicular merece mención aparte el pinsapar, es decir, la agrupación más o menos densa y extensa de un ejemplar único en la Penísula Ibérica: el pinsapo (Abies pinsapo), el también llamado abeto andaluz, reliquia de los bosques del periodo terciario (hace 3,2 millones de años) y que se mantiene únicamente en tres puntos de nuestra geografía: Sierra de Grazalema (Cádiz), Sierra de las Nieves, Ronda (Málaga) y Los Reales de Sierra Bermeja, en Estepona (Málaga). Árbol de gran belleza, está especialmente protegido en el Parque Natural de Grazalema y, dentro de éste, abunda en la Sierra del Pinar (nombre que realmente alude al pinsapo ya que en estas sierras gaditanas se le ha venido llamando popularmente pino); en 1977 fue declarado este espacio RESERVA DE LA BIOSFERA por la UNESCO, y desde 1984 es Parque Natural. Ambas consideraciones tiene también la Sierra de las Nieves y su Entorno: Reserva de la Biosfera (1995) y Parque Natural.
Los pinsapares se encuentran en las zonas húmedas y umbrías de estas sierras y en alturas comprendidas, generalmente, entre los pisos superiores del mesomediterráneo (800-900 m) y los distintos estadios del supramediterráneo (hasta 1.400 m, aproximadamente) aunque pueden encontrarse pequeñas concentraciones o ejemplares aislados de pinsapo tanto en alturas inferiores (por encima de los 500 m) como superiores (hasta casi los 1.900 m).
El interior del pinsapar, que se caracteriza por suelos húmedos ricos en materia orgánica por la descomposición de hojas y piñas que desprenden sus árboles, baja luminosidad por el espesor de sus ramajes, no es apropiado para el crecimiento de un sotobosque variado, siendo casi exclusivamente habitado por distintas especies de musgos, hongos y helechos. En los límites más altos del pinsapar se localizan ejemplares de la primitiva vegetación caducifolia que dio origen a estas poblaciones: distintos tipos de arces (Acer monspessulanum y A. granatensis) y algunos raros y viejos ejemplares de mostajo (Sorbus aria); también las orillas que limitan el pinsapar a menor altura pueden albergar y convivir con otras especies como quejigos y encinas.
En cuanto a la fauna, puede decirse que, en general, el pinsapar acoge a poblaciones típicas del bosque de hoja acicular de media y alta montaña.