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Ilustración de fondo
   

Tipologías textuales: descripción

 

 

I. Introducción

La descripción es una "pintura" hecha con palabras, mediante la cual, el que describe ha de causar en el lector la emoción y el sentimiento que se ha propuesto.

Los textos narrativos incluyen la descripción y el diálogo como formas expresivas imprescindibles, ya que son el medio adecuado para caracterizar a los personajes (descripción y diálogo) y a los ambientes (descripción). En la narración predominan los verbos; en la descripción, los sustantivos y los adjetivos.

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II. Tipos de descripción

Podemos hacer varias clasificaciones dependiendo de lo que tomemos en cuenta:

  1. Según la finalidad de la descripción:

    1. Descripción objetiva o técnica: trata de dar una imagen verdadera y real del objeto, de modo que el autor ha de mantenerse al margen, sin manifestar sus propias opiniones. Es propia de la ciencia, aunque no exclusivamente.

      1. Sus rasgos característicos son:

        • Denotación. El significado de las palabras hace referencia a la definición que de las mismas da el diccionario.

        • Precisión. Exactitud rigurosa en el empleo de la lengua y minuciosa reproducción de los detalles.

        • Tecnicismos. Son las palabras que poseen un sentido concreto y determinado dentro de la jerga propia de un oficio, arte, industria o ciencia.

        • Empleo de sustantivos concretos y adjetivos especificativos, necesarios para concretar la descripción y evitar ambigüedades significativas.

        • Predominio de oraciones simples, enunciativas en su mayoría.

        • Uso indiscriminado de la tercera persona, favoreciendo con ello la impersonalización del texto.

      2. Clasificación:

        • Técnica: informa sobre los aspectos que permiten a un usuario entender en qué consiste y cómo se utiliza un producto.

        • Científica: a través de ella, los científicos ofrecen información sobre objetos, procesos, fenómenos científicos.

        • Referencial: informa con finalidades divulgativas o didácticas. P.e.: la información enciclopédica.

        • Retórica: pretende dar a conocer y persuadir. Puede incluir figuras literarias, pero no con una intención estética, sino persuasiva. P.e.: el folleto turístico.

    2. Descripción subjetiva o estética. Supone una interpretación de la realidad. Intenta plasmar, de forma subjetiva, la visión que de un paisaje o de un objeto posee el autor. En ella intervienen de forma manifiesta las apreciaciones y sentimientos personales del escritor. Sus características fundamentales son:

      1. Selección personal de los recursos expresivos utilizados, lo que pone de manifiesto su carácter eminentemente individualista.

      2. Uso de sustantivos abstractos y de epítetos, así como de vocablos con doble significado, que permiten la abstracción del contenido y traslucen los sentimientos del autor. 

      3. La gran variedad oracional que, enriquecida con abundantes nexos, se adapta con mayor flexibilidad a la expresión del pensamiento y de las reflexiones íntimas.

      4. El uso preferente de la primera persona, que sirve al escritor para mostrarse como protagonista ante el lector.

      5. Emplea un lenguaje connotativo (las palabras se cargan con múltiples asociaciones significativas), recursos literarios y es característico de la ficción, aunque no exclusivamente.

  2. Según el objeto descrito: Es posible describir todo lo que ha existido y existe en el mundo físico (personajes, espacios, objetos...), y también todo lo que se presenta en el espíritu (sentimientos, emociones, fantasías, etc.), tanto si es real como si es imaginario. Los elementos que más comúnmente aparecen descritos en un relato son el espacio, los personajes, los objetos, los sentimientos y el tiempo.

    1. Retrato o descripción de una persona: consiste en describir conjuntamente los rasgos físicos y externos de una persona, y su carácter psíquico o moral.

      1. Prosopografía: si sólo se atiende al aspecto físico de la persona.

      2. Etopeya: si sólo se hace referencia a sus cualidades morales.

      3. Autorretrato. Retrato de una persona hecho por ella misma.

      4. Caricatura:

        • Es un retrato que consiste en seleccionar el rasgo o rasgos más destacados del personaje y exagerarlos.

        • La caricatura deforma, con intención generalmente burlesca, determinados rasgos característicos de un personaje.

        • Su fin no es el reflejo realista del modelo, sino una mirada peculiar y subjetiva del mismo.

        • Emplea fundamentalmente la personificación, la cosificación y la hipérbole.

    2. Cualquier realidad abstracta: una sensación, un sentimiento, emociones, es decir, aspectos del mundo psíquico.

    3. Topografía. Es la descripción detallada de un lugar. Estos fragmentos descriptivos sirven para informar sobre el escenario en donde tiene lugar la acción y la enmarca.

      1. Interiores

      2. Exteriores

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III. Fases del proceso descriptivo

  1. Observación. El autor tiene que observar -mirar con atención- previamente lo que pretende describir. La acción de observar incluye:

    1. Utilizar los cinco sentidos, ya que con ellos percibimos el mundo exterior. He aquí una lista de adjetivos relacionados con los sentidos.

      Sentido    Adjetivos
      Vista Amarillo, anguloso, azul, blanco, circular, cuadrado, grande, minúsculo, negro, pequeño, redondo, verde, violeta, rojo, triangular...
      Oído Agudo, alto, atronador, bajo, bullicioso, cadencioso, cascabelero, chirriante, clamoroso, crujiente, estrepitoso, estridente, estruendoso, fragoso, fuerte, gangoso, martilleante, metálico, mugidor, rechinante, resonante, ronroneante, ruidoso, silbante, sostenido, susurrador, ululante, vibrante, zumbador...
      Gusto Amargo, ácido, agridulce, ahumado, delicioso, dulce, fresco, insípido, picante, rancio, sabroso, salado, soso, suave...
      Olfato Agradable, apestoso, aromático, asqueroso, delicioso, desagradable, embriagador, excitante, fétido, fragante, hediondo, hediente, maloliente, mefítico, oloroso, odorífero, penetrante, pestilente, pestífero, refrescante, subyugante...
      Tacto Áspero, aterciopelado, blando, caluroso, deformado, delicado, duro, fino, flexible, frío, húmedo, liso, macizo, pastoso, pegajoso, pesado, pulimentado, refrescante, rígido, rugoso, seco, sedoso, suave, tibio, untuoso...
    2. Valorar el objeto dentro del contexto en que lo hemos observado. Debemos preguntarnos por la función que desempeña y su relación de espacio y situación con los demás objetos circundantes.

    3. Observar el espacio fijándonos primero en la impresión general que produce y centrar la atención en el momento, las condiciones ambientales de luz, sonido, etc.

    4. Enumeración de los elementos. Para evitar olvidos, el primer paso consistirá en hacer una lista lo más completa posible de los distintos elementos, donde se incluyen también posibles sinónimos para elegir, en la redacción definitiva, el término más adecuado.

    5. Cualidades de dichos elementos. A cada uno de los elementos reseñados en el paso anterior se le adjudican los adjetivos que resulten más característicos.

  2. Selección. El autor considera los datos recibidos y los valora, entresaca lo esencial y rechaza los detalles superfluos. Debe hacer una selección, evitando ser prolijo, en función de la impresión que pretende producir.

  3. Ordenación. A la hora de redactar, necesitamos seguir un criterio de ordenación de los rasgos observados de golpe y por los diversos sentidos:

    1. Espacial:

      1. De arriba abajo o viceversa.
      2. De dentro afuera o viceversa.
      3. De lo más próximo a lo más alejado o viceversa.

    2. De lo general a lo particular o viceversa.
    3. De lo real a lo imaginario o viceversa.
    4. Según el sentido con el que observemos.
    5. Datos esenciales antes que los secundarios o viceversa.

  4. Expresión. Es el resultado de todos los pasos anteriores, la descripción propiamente dicha realizada con una expresión adecuada:

    1. El lenguaje debe ser claro, preciso y conciso.
    2. Es fundamental el uso de frases breves, sencillas y perfectamente estructuradas.
    3. La descripción tiene que crear la ilusión de cosa vivida, ya que se describe a través de las propias emociones.

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IV. Procedimientos empleados en la descripción

  1. Formas verbales que implican la intención de no mencionar el final de la acción; por tanto, es constante el empleo de formas de aspecto imperfectivo:

    1. Presente, que comunica el carácter intemporal de la materia descrita.

    2. Pretérito imperfecto, que circunscribe la descripción a un determinado período temporal.

  2. Sustantivo, ya que la referencia a objetos es superior a la de acciones. Da nombre a los objetos de la realidad, clasifica estados y seres a los que de otro modo, no se les podría precisar

  3. Adjetivo. Al expresar cualidades del sustantivo, completa la información del mismo, matiza su sentido y dota de mayor expresividad al sintagma. No es conveniente la acumulación de adjetivos, sino sólo de aquéllos que mejor se adapten a la tonalidad afectiva que el autor pretende comunicar. También es frecuente el empleo de estructuras atributivas, así como la complementación de un sustantivo por medio de varios adjetivos para mostrar la impresión que un objeto produce en el escritor. Los adjetivos ponen de relieve también los componentes sensoriales de toda descripción.

    Clasificación del adjetivo calificativo
    Tipos Caracterización
    Especificativo

    Este tipo de adjetivo delimita la extensión significativa del sustantivo. Si hablamos de "revista deportiva", el adjetivo "deportiva" excluye todos los demás: cultural, política, gastronómica, etc. Este tipo de adjetivos nunca se puede anteponer al sustantivo.

    Explicativo o epíteto

    Destaca una cualidad del sustantivo. Cuando hablamos de "una estantería alta que hay en el salón", el adjetivo alta no delimita la extensión del sustantivo, porque en el salón sólo hay una estantería, que es alta; no la diferencia de otra posible baja que hubiera allí.

     La colocación de este tipo de adjetivo es objeto de elección por el escritor ya que es indiferente decir "una alta estantería" o "una estantería alta", porque en el salón no hay más que una.

  4. Valores estilísticos del adjetivo
    Valores  Ejemplos
    Abundancia de adjetivos. El texto destacará por su belleza y subjetividad.

    «Las pintadas manzanas coloreaban de una áspera alegría aquel sencillo idilio».

    Escasez de adjetivos. El texto destacará por su concisión y objetividad, al mismo tiempo que -por reducir la extensión del S.N.- acelera la acción verbal.

    «Cogieron en silencio sus ropas y las botellas y se alejaron hacia las zarzas. Se vistieron. Sebas había reclinado la cabeza sobre el regazo de Paulina».

    Anteposición del adjetivo. Responde al interés del escritor por resaltar una cualidad sobre el significado del sustantivo. «Tenía un poco abultada y rubicunda la nariz, gruesos los labios, áspero y moreno el cutis y negra la dentadura».
    Posposición del adjetivo. Respeta la estructura lógica de la oración y reduce los valores expresivos del texto, acercándolo al lenguaje común. «Por fondo tenía uno de esos cortinajes amarillos y opulentos, que hacen pensar en los mantos de los príncipes orientales».
    Epítetos. Expresan una cualidad redundante, puesto que ya está implícita en el sustantivo al que acompaña. «En este agosto caluroso, el fiero león persigue a la mansa oveja, mientras la fresca agua de la fuente daba a las flores una belleza especial».
    Adjetivos determinativos. Responden al interés del escritor por evitar ambigüedades significativas. «Tuvo sus dudas sobre si debía poner "El destino", pero al final, y después de consultar con algunos poetas ya más hechos, pensó que no...».
    Adjetivos para describir personajes
    A



    S



    P



    E



    C



    T



    O









    F



    Í



    S



    I



    C



    O
    Aspecto general Ágil, alto, atlético, bajo, barrigudo, canijo, corpulento, débil, delgado, deportivo, esbelto, firme, flaco, fuerte, gordo, joven, ligero, macizo, maduro, robusto, sano, torpe, viejo.
    Boca Fina, firme, fresca, grande, pequeña, redonda, torcida.
    Cabellos Abandonados, ásperos, brillantes, castaños, claros, cortos, cuidados, desordenados, despeinados, espesos, finos, grasos, largos, lisos, lustrosos, negros, ondulados, opacos, peinados, recogidos, rizados, rubios, sedosos, sucios,
    Cara Afligida, amplia, ancha, ascética, castigada, chupada, confiada, cuadrada, curtida, delgada, desconfiada, dulce, dura, endurecida, expresiva, fina, franca, fresca, impenetrable, inexpresiva, inteligente, jovial, larga, llana, llena, redonda, rolliza, salvaje, seca, serena, severa, simpática, tranquila, triste.
    Cejas. Arqueadas, delgadas, espesas, gruesas, juntas, separadas...
    Cuello Corto, elegante, fino, grueso, largo.
    Dientes Alineados, amarillentos, blancos, torcidos...
    Frente Abombada, amplia, arrugada, baja, estrecha, inteligente, lisa...
    Labios Blanquecinos, delgados, estrechos, finos, grandes, herméticos, sensuales, voluptuosos...
    Manos Ágiles, blancas, cálidas, delicadas, finas, firmes, grandes, gruesas, jóvenes, rudas, rugosas, sensibles, torpes,
    Mejillas Blandas, caídas, chupadas, deshinchadas, hinchadas, redondas, rojas, rudas, suaves...
    Nariz Aguileña, amplia, chata, fina, larga, puntiaguda, recta, redonda, torcida...
    Ojos Ausentes, azulados, bajos, concentrados, despiertos, duros, fugitivos, impenetrables, inexpresivos, intensos, lacrimosos, maliciosos, movedizos, muertos, negros, nerviosos, serenos, soñadores, tiernos, tristes, turbios, vivos...
    Orejas Grandes, largas, pequeñas, redondas...
    Pestañas Claras, espesas, largas, negras, rizadas...
    Piernas Delgadas, enclenques, flacas, fuertes, gruesas, rechonchas, robustas, secas...
    Tez Aceitosa, aceitunada, albina, amarillenta, blanquecina, bronceada, ceniza, lívida, morena, oscura, pálida, pelirroja, rosada, tostada.
    Vestido Abandonado, bonito, chillón, discreto, elegante, feo, pobre, sencillo, sofisticado...
    Carácter Afable, alegre, antipático, apasionado, atento, atolondrado, atrevido, bárbaro, bobo, bruto, burlón, calmoso, campechano, cazurro, chiflado, chulo, cobarde, confiado, contestatario, culto, débil, decidido, desordenado, despierto, desvergonzado, divertido, dócil, educado, entusiasta, estúpido, exigente, extravagante, extrovertido, fanático, fanfarrón, feliz, fiel, generoso, grosero, gruñón, honrado, huraño, idiota, iluso, imbécil, inexpresivo, ingenioso, insolente, inteligente, listo, llorón, majadero, malhumorado, malicioso, memo, mentiroso, meticuloso, miedoso, nervioso, orgulloso, presumido, prudente, rebelde, risueño, sabihondo, salvaje, sensato, sereno, serio, simpático, sincero, sociable, soez, solitario, soñador, soso, tímido, trabajador, triste, valiente, zopenco,
  5. Estructuras sintácticas:

    1. Yuxtapuestas, que responden al deseo de expresar el objeto descrito como un todo, logrando así la simultaneidad de las impresiones recibidas.

    2. Coordinación. Implica ya cierto dinamismo, pues introduce la noción de sucesión de los distintos componentes de la descripción.

  6. Procedimientos literarios

    1. Comparación

      1. Consiste en asociar dos términos que guardan entre sí una relación de semejanza que puede ser física o no (cuando decimos "en aquella fiesta me sentí como un pulpo en un garaje" no nos estamos comparando físicamente con él, sino que nos imaginamos lo fuera de lugar que estaría un pulpo en un garaje y nos identificamos con esa extraña situación).

      2. En toda comparación hay tres elementos:

        • Término real: Tus dientes.

        • Término imaginario: perlas.

        • Nexo de unión entre ambos: como.

      3. Ayuda a comprender mejor aquello que se describe, sobre todo cuando se trata de un objeto poco conocido o de cualquier noción abstracta. Así, a través de la comparación entre dos realidades, una conocida y otra desconocida, la desconocida deja de serlo.

      4. Añade riqueza expresiva, pues presenta plásticamente lo que queremos decir. El término imaginario nos sirve para que el término real adquiera matices nuevos al entrar en contacto con el imaginario.

      5. Es necesario buscar analogías lejanas, es decir, huir de los tópicos manidos de siempre para que el efecto de la comparación sea nuevo, sorprendente y evocador.

      6. Usémoslas con moderación no sea que su acumulación nos impida ver la historia que queremos contar.

      7. Palabras comparativas son:

        • Adjetivos: semejante, similar, mismo, igual.

        •  Verbos: parecer, semejar, asemejar, parecerse, asemejarse...

        • Adverbios: semejantemente, similarmente, como

        • Locuciones: una especie de..., tanto como, tan... como, más... que, menos... que, igual que, de modo semejante, con... de...

    2. Metáfora:

      1. Asocia dos términos que presentan una relación de semejanza, pero suprime la comparación directa.

      2. Contribuye a superar las limitaciones del lenguaje, dado que éste es incapaz de describir o nombrar todo aquello que existe en el mundo, ni mucho menos lo que sentimos.

      3. Ayuda también a la comprensión de la materia descrita y despierta en el receptor sensaciones insospechadas producto de la imaginación creadora del autor.

      4. Al elaborar metáforas conviene no quedarse en lo obvio, sino buscar aquella analogía original que expanda el término real y lo lleve a un lugar donde ese término nunca ha estado.

      5. Hay que evitar el exceso de metáforas, sobre todo en narrativa. Tienen valor no sólo por su belleza, sino porque apoya aquello que se está contando, porque nos enseña un nuevo matiz de lo que se narra.

        Tipos de metáforas

        Impura

        Su estructura consta de término real (dientes), término imaginario (perlas) y fundamento (color blanco): Tus dientes son perlas.

        Pura

        Su estructura sólo consta del término imagen (perlas) y fundamento (color blanco): Las perlas de tu boca.

    3. Sinestesia

      1. Es la unión de palabras que pertenecen a distintos dominios sensoriales y que, al unirse, consiguen una sola impresión sensorial: rojo chillón.

      2. Es una respuesta del lenguaje a nuestra complejidad sensorial.

    4. Otras: hipérbole, personificación, etc.

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V. Funciones de la descripción

  1. Mostrar. Su función primordial es hacer ver lo que se quiere decir. Para que lo descrito sea vívido y creíble, el procedimiento no consiste en copiar la realidad tal cual es, sino en reorganizarla en el texto con un sentido estético. Hemos de plantearnos:

    1. Qué mostramos.
    2. Por qué necesitamos mostrarlo.
    3. Cómo lo mostramos. Qué aspectos destacamos y cuáles no mencionamos.

  2. Potenciar el ritmo de la narración:

    1. Ritmo lento. Cuando en determinado momento de la narración nos detenemos en el medio ambiente u otros aspectos descriptivos, podemos hacerlo para conseguir lo siguiente:

      1. Distender el clima después de un pasaje de acción o entre dos acciones.
      2. Inmovilizar la acción. Se consigue enumerando elementos a modo de inventario o describiendo una actitud impasible e impersonal.

    2. Ritmo moderado. Para conseguir un ritmo que juegue con la movilidad y la inmovilidad en el mismo texto, podemos intercalar inventario y acción.
    3. Ritmo rápido. Con él conseguimos crear suspense y fantasear.

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VI. Decálogo para la realización de descripciones

  1. Evita las adjetivaciones vagas e imprecisas: Era una mujer bella, blanca y rubia.
  2. No seas pobre adjetivando; tampoco excesivo. Busca el adjetivo más caracterizador, el más preciso, el más certero.
  3. La escasez de adjetivos dan ligereza a la frase.
  4. La abundancia de adjetivos confiere lentitud a la frase.
  5. Los adjetivos que hacen referencia a los distintos sentidos suponen un gusto especial por lo externo.
  6. Los adjetivos pertenecientes al campo semántico del afecto (cariñoso, dulce...) denotan un fuerte estado emocional.
  7. Los adjetivos compuestos (rojiblanco, agridulce...) indican agrupación de sensaciones indiferenciadas.
  8. Lee mucho y buenos textos; la lectura de los grandes maestros te ayudará a desarrollar tus dotes descriptivas.
  9. Adopta la actitud del eterno aprendiz: escribe, corrige, tacha, vuelve a escribir.
  10. Haz siempre uso de un buen diccionario.

 

Última actualización: 25-07-2007