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Ilustración de fondo
 

Texto y discurso. Formación del léxico en lengua castellana.

 

 

I. Texto y discurso

Hablamos de texto y discurso cuando un fragmento o un texto completo encierra en sí un significado. Esto es, cuando dicho texto realiza con satisfacción el hecho de la comunicación. Hay, por tanto, textos muy breves que pueden ser considerados texto o discursos (una oración, un verso); y otros, por el contrario, que son muy extensos (una novela o una conversación).

En definitiva, un texto para que ofrezca un discurso debe conformar una unidad comunicativa de significación, ya sea total o parcial.

Las subunidades de los textos o discursos extensos son los llamados párrafos.

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II. Los marcadores de texto

Son aquellas palabras, partículas o locuciones que ayudan a que un texto mantenga una relación lógica, sirviendo de ayuda para interrelacionar las ideas de dicho texto. Estos marcadores son de índole muy variada: adverbios, locuciones adverbiales, locuciones conjuntivas, conjunciones, locuciones prepositivas, preposiciones, etc.

Fundamentalmente expresan afirmación: en efecto; enumeración: en primer lugar; adición: asimismo; conclusión: en definitiva; consecuencia: por consiguiente, y conclusión: para terminar.

Algunos ejemplos de marcadores son estos: asimismo, por otro lado, sin duda, por supuesto, en cierto modo, por tanto, en fin, a condición de que, así pues, en definitiva, por cierto, es decir, esto es, es más, por el contrario, en este sentido, ahora bien, sin embargo, en resumen, en conclusión, por lo que respecta, con todo, etc.

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III. Formación del léxico en lengua castellana

En el castellano, a través de los tiempos, se han dados algunos procedimientos de formación de palabras por los cuales el castellano se ha ido enriqueciendo, formando, llegando a ser lo que es y como hoy lo conocemos y hablamos. Estudiemos tres de sus procedimientos: las voces patrimoniales, los préstamos lingüísticos y los neologismos.

1. Voces patrimoniales

Parecido al cultismo (voz que procede de las lenguas clásicas, latín o griego, y que ha permanecido en forma similar a dichas lenguas), la voz patrimonial son aquellas palabras que, procediendo del latín, han llegado hasta nuestros días a través de una lógica evolución.

Algunos ejemplos son mesa (del latín mensa), ojo (del latín oculum), o boca (del latín bucca).

Tengamos en cuenta que estas voces se dan en todos los idiomas, de ahí su nombre.

2. Préstamos lingüísticos

Los préstamos lingüísticos son palabras procedentes de otros idiomas que, bien porque nuestro idioma carece de dicho término, bien porque matiza alguna palabra ya existente, entran en el Diccionario de la Real Academia. Durante el siglo XX, el castellano se ha llenado sobre todo de palabras procedentes del francés (galicismos) y del inglés (anglicismos). Algunos ejemplos son sándwich, chándal, fútbol (balompié no triunfó, pero sí baloncesto).

Hay que tener en cuenta aquellos términos que ya existen en castellano y que por moda pasan a utilizarse masivamente. A estas palabras, no incluidas en el diccionario, se les denomina barbarismos o calcos semánticos: weekend, hall o boutique.

3. Neologismos

Los neologismos son voces de nueva creación o también aquellas que han evolucionado en su significado, y que pasan a formar parte del Diccionario de la Lengua. Algunos ejemplos de nueva creación son vídeo, fax o chicle. Ejemplos de palabras que han evolucionado en su significados son tronco, jeta o móvil.

Algo que se debe tener en cuenta son aquellas palabras que se filtran en el idioma y que realmente son modas lingüísticas. Estas palabras, pues, no deben entrar en el diccionario y, por tanto, no deben ser tomadas como neologismos.

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Última actualización: 25-07-2007