Destacados pensadores decimonónicos defendieron una posición radical en lo referente a la acción transformadora de los obreros. Inicialmente, Proudhon denunció a la propiedad privada (y al dinero) como origen de toda explotación.
El príncipe Kropotkin y Mijail Bakunin desarrollarán estos principios, con lo que lograron cohesionar un movimiento obrero y campesino que rechazaba los partidos o cualquier otra organización política y propugnaba el antiautoritarismo y la acción directa revolucionaria, que tendrá derivaciones hacia el sindicalismo y hacia el terrorismo.
El anarquismo tuvo mayor aceptación en algunas zonas de Italia, Rusia y España, allí donde el elemento campesino era aún predominante y industrialización era sólo incipiente.
|