La “coexistencia pacífica” fue el nuevo periodo de distensión que siguió a la solución diplomática de la “crisis de los misiles” por Kennedy y Jruschov. Se prolongó, con altibajos, hasta finales de los años setenta.
Las relaciones entre los dos bloques tendieron a marginar el uso de la fuerza y favorecer un proceso de emulación. Tanto EE UU como la URSS (y sus respectivos aliados), pretendían demostrar universalmente las excelencias de su sistema. Reflejos simbólicos muy importantes de esa competición fueron los Juegos Olímpicos o la carrera espacial.
Siguieron existiendo conflictos bélicos: la guerra de Vietnam y las que enfrentaron a Israel y los países árabes en 1967 y 1973, fueron las más destacadas. Pero se firmaron importantes acuerdos antiarmamentistas: de Prohibición de Pruebas Nucleares en el Espacio, de No Proliferación Nuclear y sobre armas estratégicas (SALT I ).
El punto culminante de la distensión se alcanzó con la firma del Acta Final de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (Helsinki, 1975). Destacaron sus apartados sobre el desarme y la protección de los derechos humanos.
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