El Consejo de Europa a través de “La Carta Europea del Deporte” adoptó la resolución relativa a los principios que deben imperar las políticas y la planificación deportiva. Entre las directrices que se establecen cabe destacar la importancia de velar por que todos los escolares disfruten de programas de práctica de deportes, de actividades recreativas y de educación física.
Fomentar el deporte escolar como práctica deportiva que se programa y desarrolla desde el centro educativo requiere el fomento de esa práctica desde un enfoque lúdico-recreativo donde predomina el desarrollo de valores educativos como la cooperación-colaboración, la coeducación, solidaridad, la igualdad de oportunidades. A partir del diseño, desarrollo y evaluación de juegos y actividades de carácter cooperativo y de cooperación-oposición, aumentaremos la participación del alumnado en condiciones de igualdad de sexo, reduciendo la competitividad y aumentando el grado de autonomía de los escolares, así como la creatividad en los juegos y actividades que se desarrollan.
La participación en actividades de carácter lúdico-recreativo potencia en los escolares la socialización y fomenta las actitudes solidarias y cooperativas, además de respetar y aceptar las diferencias individuales, aceptando las normas de los juegos que no serán exclusivamente competitivos. Practicar juegos en donde predomine la idea de equipo sobre el individualismo, que todos los alumnos participen evitando eliminados y modificar las normas de los juegos para adaptarlos a las características de los escolares y a los objetivos propuestos. En los juegos predeportivos de cooperación-oposición establecer grupos mixtos, acordando las normas para que el juego se realice con y no contra un compañero.
Los juegos deben ser ante todo divertidos y no primar las acciones de ganar o perder, sino complementar los contenidos de la educación física escolar creando una gran variedad de juegos con diferentes estructuras internas que estimulen la toma de decisiones a nivel individual y colectivo.
La supervisión y control de las prácticas deportivas con un carácter lúdico-recreativo debe corresponder a los responsables educativos de los centros escolares, ya que de esta forma el deporte escolar estará enfocado a la educación integral.
El deporte escolar entendido como tipo de actividad física que se desarrolla durante el período escolar al margen de las clases de educación física y como complemento de éstas pero con un carácter lúdico-recreativo puede organizarse desde el centro escolar, escuelas deportivas u otras instituciones, creando hábitos deportivos desde una perspectiva lúdico-recreativo y no mayoritariamente competitiva.