Jean-Baptiste-Camille Corot nació en 1796 en Paris. Aunque su padre era un rico comerciante que pretendía que su hijo continuara con el negocio familiar, Camille Corot abandonó la actividad comercial a los 26 años, iniciando su carrera como pintor a esa tardía edad.
Estudiaremos la obra de Corot dividiéndola en tres etapas: la de los años de formación, la que llamaremos de plenitud (por ser la que más influyó en el Impresionismo), y la etapa de madurez, en la que modifica su tratamiento del paisaje y frecuenta temas no paisajísticos
Durante los primeros años de su carrera se deja sentir la huella academicista preponderante en el arte, pero pronto da muestras de una gran independencia. Así, por ejemplo, a principios del s.XIX se consideraba fundamental en la formación de un artista el realizar copias de las obras de los maestros clásicos en los museos, pero Corot renunció a tal método. Prefería la copia del paisaje del natural, tomando apuntes al aire libre, y rematando la obra en el estudio. Mantuvo este método durante toda su vida siempre que la salud se lo permitió.
Corot viajó mucho por Europa, pero sus viajes a Italia tuvieron una mayor repercusión sobre su estilo y su obra. Estas experiencias italianas (en 1825-28, 1834, y 1843) parecen haber influido en el vivo colorido, lleno de frescura y brillantez, de sus primeras obras.
En esta Vista de Génova se aprecia la brillante paleta de los primeros años de Corot. Los edificios resplandecen de blancura y colorido bajo un radiante cielo azul.