Los pintores neoimpresionistas siguieron tratando los temas de la vida moderna y del paisaje. Pero trataron de superar al Impresionismo llevando al extremo el método impresionista de mostrar los temas. Las obras de Seurat, Signac y Pissarro de esa época se basaban en la elevación de la mezcla óptica a principio supremo de la pintura. Se inspiraron en los escritos de Charles Blanc, así como en las obras de investigadores del color como Chevreul, Sutter o Rood. Pretendían elaborar sus obras con rigor científico. Fundamentalmente se basaron en dos principios: