|  | I. Situación actual1. IntroducciónEn España el castellano es lengua oficial en todo el
    Estado. Actualmente comparte esta oficialidad con el catalán, gallego y
    euskera en las Comunidades Autónomas correspondientes. Sus variedades
    geográficas o sociales no perturban su unidad. 2. El español en el mundoEl español se extiende por países de los cinco
    continentes. En unos, es lengua oficial (Hispanoamérica), en otros,
    lengua cooficial (en Hispanoamérica: con el quechua y aimara, en
    Bolivia; con el quechua, en Perú; con el guaraní, en Paraguay; con el
    inglés, en Puerto Rico; en África: con el francés, en Guinea Ecuatorial)
    o lengua de cultura (en EE.UU., principalmente). A partir de las estadísticas del Instituto Cervantes
    en su Anuario 1998, (utiliza la base de datos de Enciclopedia
    Británica 1997 Book of the Year -Events of 1996), mostramos unos
    cuadros de la situación del español en el mundo. El artículo de dicho
    anuario se titula Demografía de la lengua española y son sus
    autores F. Moreno y J. Otero. Cuando no se utiliza esta fuente se indica en
    la parte inferior de la tabla. Se puede tener acceso a estos datos en la
    página web del Instituto Cervantes: http://cvc.cervantes.es. Primer cuadro. Extensión geográfica que ocupa el español en el mundo
    y su relación con las lenguas más habladas.
   
    | Cuadro 1. Superficie geográfica de las cinco lenguas más extendidas 
        del mundo |   
    |  | Superficie 
        Km2(1) | Superficie 
        % mundo(2) |   
    | Inglés | 39.466.937 | 29,4 |   
    | Francés | 20.618.557 | 15,4 |   
    | Ruso | 17.282.995 | 12,9 |   
    | Español | 12.207.187 | 9,1 |   
    | Chino | 9.610.795 | 7,2 |   
    | Total mundo | 134.023.977 |  |   
    | Tomado de: Instituto 
        Cervantes. Fuente: El peso de la lengua española en el mundo, Universidad 
        de Valladolid, 1997. |   
    | 1. 
        Suma de las superficies de los países donde cada lengua es oficial en 
        km2. 2. Proporción de la suma de las superficies de 
        los países donde cada lengua es oficial respecto a la superficie emergida 
        mundial.
 |  Segundo cuadro: Número de países donde el español, el inglés y el
    francés son lenguas oficiales, y número de habitantes que hablan estas
    lenguas.
   
    | Cuadro 2. Número de países donde el inglés, el francés y el español 
        son lenguas oficiales, habitantes de estos países y proporción con la 
        población mundial (1996). |   
    |  | N.º 
        de países | Habitantes(1) | Habitantes/Mundo |   
    | Inglés | 51* | 1.831.375.100 | 31,7% |   
    | Francés | 28** | 284.591.000 | 4,9% |   
    | Español | 21*** | 346.284.000 | 6,1% |   
    | Mundo |  | 5.772.918.300 | 100% |   
    | * Más diez Estados 
        dependientes. ** Más ocho Estados dependientes. *** Más Puerto Rico. |   
    | 1. 
        Países donde la lengua en cuestión es oficial o co-oficial. Se excluyen 
        por tanto territorios dependientes como Hong Kong (en su momento), Nueva 
        Caledonia o Puerto Rico, cuyos habitantes son, sin embargo, contabilizados 
        como hablantes de las respectivas lenguas. |   
    | Tomado 
        de: Instituto Cervantes |  Tercer cuadro: Habitantes y hablantes de español, inglés y francés en
    aquellos países donde la lengua es oficial.
   
    | Cuadro 3. Relación entre los hablantes de inglés, francés y español, 
        y los habitantes de los países donde es oficial (1996). |   
    |  | Hablantes | Habitantes | Proporción |   
    | Inglés | 497.538.100 | 1.831.375.100 | 27,2% |   
    | Francés | 101.167.000 | 284.591.000 | 35,4% |   
    | Español | 327.956.000 | 346.284.000 | 94,7% |   
    | Tomado 
        de: Instituto Cervantes |  Cuarto cuadro: Países donde se habla el español y es lengua oficial.
   
    | Cuadro 4. Hispanohablantes en países y territorios donde la lengua 
        española es oficial |   
    |  | Hablantes | Población | Hablantes 
        (% población) |   
    | Argentina | 34.895.000 | 34.995.000 | 99,7% |   
    | Bolivia | 6.660.000 | 7.593.000 | 87,7% |   
    | Chile | 12.940.000 | 14.375.000 | 90,0% |   
    | Colombia | 35.300.000 | 35.652.000 | 99,0% |   
    | Costa Rica | 3.315.000 | 3.400.000 | 97,5% |   
    | Cuba | 11.117.000 | 11.117.000 | 100,0% |   
    | Ecuador | 10.880.000 | 11.698.000 | 93,0% |   
    | El Salvador | 5.897.000 | 5.897.000 | 100,0% |   
    | España | 38.930.000 | 39.270.000 | 99,1% |   
    | Guatemala | 7.070.000 | 10.928.000 | 64,7% |   
    | Guinea Ecuatorial | 406.000 | 406.000 | 100,0% |   
    | Honduras | 5.564.000 | 5.666.000 | 98,2% |   
    | México | 91.270.000 | 92.711.000 | 98,4% |   
    | Nicaragua | 4.112.000 | 4.272.000 | 96,3% |   
    | Panamá | 2.069.000 | 2.674.000 | 77,4% |   
    | Paraguay | 2.736.000 | 4.964.000 | 55,1% |   
    | Perú | 19.110.000 | 23.947.000 | 79,8% |   
    | Puerto Rico | 3.699.000 | 3.766.000 | 98,2% |   
    | Rep. Dominicana | 7.350.000 | 7.502.000 | 98,0% |   
    | Uruguay | 3.090.000 | 3.140.000 | 98,4% |   
    | Venezuela | 21.610.000 | 22.311.000 | 96,9% |   
    | Español | 328.020.000 | 346.284.000 | 94,6% |   
    | Tomado 
        de: Instituto Cervantes |  Quinto cuadro: Países donde el español no es lengua oficial
   
    | Cuadro 5. Número de hispanohablantes en países y territorios donde 
        el español no es lengua oficial |   
    |  |  
      Estimación 
        n.º hablantes |   
    | Alemania | 140.000 |   
    | Andorra | 33.000 |   
    | Antillas Holandesas (Bonaire y Curazao) | 189.602 |   
    | Aruba | 4.946 |   
    | Australia | 101.000 |   
    | Bélgica | 50.000 |   
    | Belice | 69.000 |   
    | Brasil | 43.901 |   
    | Canadá | 177.425 |   
    | Estados Unidos | 19.970.000 |   
    | Francia | 220.000 |   
    | Filipinas | 1.816.389 |   
    | Gibraltar | 10.061 |   
    | UAM | 793 |   
    | Israel | 50.000 |   
    | Luxemburgo | 3.000 |   
    | Marruecos | 20.000 |   
    | Turquía | 23.175 |   
    | Suecia | 55.000 |   
    | Islas Vírgenes (EE.UU.) | 11.983 |   
    | Suiza | 123.708 |   
    | Tomado 
        de: Instituto Cervantes |  3. El español en las organizaciones internacionales
      A. El español en la UE (Unión Europea)El español es una de las once lenguas utilizadas en
      la Unión Europea, junto con el alemán, el danés, el finés, el
      francés, el griego, el inglés, el italiano, el neerlandés, el
      portugués, y el sueco, que corresponden a los quince países de la UE.
      Ahora mismo están a la espera otros trece países con sus propias
      lenguas. Uno de los problemas de la UE es la utilización de
      las lenguas. Aunque los tratados y documentos aparecen en la lengua de
      cada uno de los países que la componen, en las sesiones de trabajo, con o
      sin traducción simultánea, se usa el francés y el inglés. Aunque el
      español pasa por ser la cuarta lengua y el alemán la tercera, nuestros
      eurodiputados y personal administrativo deben conocer perfectamente
      aquellos dos idiomas. Lo mismo ocurre con otros organismos de la UE: la UEO
      (Unión de Europa Occidental), para la defensa de Europa, utiliza el
      francés e inglés; la Agencia Espacial Europea el inglés,
      francés, y alemán; la OSCE (Organización para la Seguridad y
      Cooperación en Europa) tiene como oficiales el inglés, francés,
      alemán, ruso, italiano, español; el Consejo de Europa utiliza el
      inglés y francés; el CERN (Centro Europeo de Investigación
      Nuclear) sólo emplea el inglés y el francés; la Oficina Europea de
      Marcas usa el inglés, francés, alemán español e italiano; el EUROCUERPO
      (Cuerpo de Ejército Europeo) tiene como lengua oficial la lengua de los
      países participantes, España entre ellos, pero en las reuniones de
      trabajo se usa el alemán y el francés. Siempre que un país use su
      propia lengua tiene que proporcionar, es decir pagar, la traducción
      simultánea a una de las oficiales. B. El español en la ONULas lenguas oficiales y las de trabajo del Consejo
      de Seguridad son el árabe, el chino, el español, el francés, el
      inglés y el ruso (artículo 41). En el Consejo Económico y Social las lenguas
      oficiales son el árabe, el chino, el español, el francés, el inglés y
      el ruso. Las lenguas de trabajo son el español, el francés y el inglés. La Secretaría de las Naciones Unidas tiene
      como idiomas de trabajo el francés y el inglés. En el ámbito intergubernamental, la Junta Ejecutiva
      de UNICEF (Fondo Internacional de las Naciones Unidas de Socorro a
      la Infancia) sigue el régimen de los seis idiomas oficiales y tres
      idiomas de trabajo (español, francés e inglés). En la UNESCO (Organización de las Naciones
      Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) se utilizan como
      lenguas de trabajo el árabe, el chino, el español, el francés, el
      inglés y el ruso. La FIFA usa como lengua oficial el inglés, el
      francés, el español y el alemán, aunque el inglés es la lengua más
      utilizada. La UEFA tiene como lenguas oficiales el
      francés, el inglés, el alemán y el ruso. Para saber más: E. YBÁÑEZ: El idioma español
      en las organizaciones internacionales. 4. El Instituto CervantesEl Instituto Cervantes es el organismo para la defensa
    y extensión de las lenguas constitucionales del Estado Español a través
    de 38 centros extendidos por todo el mundo. Su mayor actividad gira en torno
    al castellano y abarca una amplia gama de funciones: 
      Información de cursos de español para extranjeros.Organización de Congresos y asistencia a Ferias Internacionales de
        Lengua.Elaboración de materiales didácticos y pedagógicos para la
        enseñanza del español.Coordinación de proyectos de lengua.Participación en programas de la Unión Europea.Creación en Internet del Centro Virtual Cervantes como punto de
        información de todo el trabajo del Instituto.Participación en programas de difusión de la lengua y de la cultura.Elaboración de un Anuario. Para saber más: http://cvc.cervantes.es 5. El español en InternetEn la siguiente tabla se aprecia la presencia del
    español en Internet. La situación no es tan buena como quisiéramos.
    Lenguas con menor número de hablantes nos superan. La estadística es de
    1998 y, desde entonces, el número de páginas ha aumentado, pero también
    lo han hecho las de otras lenguas. La importancia de la red en la sociedad
    actual debería movernos a actuar cuanto antes. De los países de habla
    española, España es el que tiene mayor presencia con 894.787 páginas,
    seguida de México con 381.978 y Argentina con 151.866. La tabla procede del estudio realizado por Pedro Mestre
    Yenes (La utilización de las diferentes lenguas en Internet), en el Anuario
    1999, del Instituto Cervantes. 
   
    | Lengua | Número 
        de páginas | Porcentaje 
        de páginas sobre el total |   
    | Alemán | 5.825.015 | 3,34 |   
    | Chino | 1.240.276 | 0,71 |   
    | Coreano | 1.185.919 | 0,68 |   
    | Español | 2.635.928 | 1,51 |   
    | Francés | 3.418.011 | 1,96 |   
    | Neerlandés | 1.239.717 | 0,71 |   
    | Inglés | 122.269.281 | 70,05 |   
    | Italiano | 2.248.232 | 1,29 |   
    | Japonés | 8.745.138 | 5,01 |   
    | Portugués | 1.278.182 | 0,73 |   
    | Sueco | 1.124.127 | 0,64 |   
    | Tomado 
        de: Instituto Cervantes |    [^]   | 
  
    |  | II. Origen y desarrollo de la lengua castellana1. IntroducciónEl origen del castellano ya fue estudiado en la Unidad
    2 de primero de la ESO. En esta desarrollaremos más lo que es
    propiamente la historia del castellano, desde el siglo X hasta nuestros
    días. Pero no debemos olvidar que en nuestra lengua actual quedan huellas
    de los casi dos mil años transcurridos antes de este siglo X. 2. Hasta la llegada del latín: las lenguas primitivasCuando los romanos llegan en el 218 a. C., al Norte
    de la Península Ibérica se hablaba lo que hoy es el euskera, por tanto
    esta lengua no procede del latín. En Andalucía estaban los tartesios y en Levante
    se hallaban los iberos. En esta zona, en diversos tiempos, dejaron sus
    huellas los etruscos, de origen italiano; los fenicios (Gádir,
    Cádiz); los cartagineses (Cartago Nova, Cartagena); los griegos, que
    denominaron Iberia a nuestra Península, (Lucentum, Alicante). En el Centro y el Noroeste de la
    Península encontramos la presencia lingüística de: los ligures, pueblo de
    la costa mediterránea francoitaliana, (Toledo); los celtas, que
    llegan desde el sur de Alemania hacia el s. VII a. C. y ocupan las regiones
    altas del centro hasta Galicia y sur de Portugal (Segovia); los
    celtíberos en el Centro y Bajo Aragón, donde se mezcla el habla de los dos
    pueblos. Todas estas lenguas dejarán su marca en el castellano
    y en el resto de las lenguas constitucionales. 3. La lengua latinaMientras los romanos van conquistando la Península
    Ibérica (terminan el año 19 a. C.), el latín, lengua del tronco
    indoeuropeo, se va extendiendo por todo el territorio creando una unidad
    lingüística que nunca había existido. Para su expansión recibe la ayuda
    del cristianismo, que la toma como vehículo de evangelización. El latín del habla coloquial se denomina vulgar, para
    distinguirlo del utilizado en las grandes creaciones literarias romanas. De
    este latín vulgar van a surgir en toda Europa las lenguas romances a partir
    del siglo VIII: aragonés, leonés, castellano, gallego, portugués,
    catalán, provenzal, francés, italiano, sardo, romanche, rumano y dálmata. 4. La lengua de los pueblos germánicosLas tribus germánicas (vándalos, suevos, alanos y
    visigodos) invaden la Península en el año 409, unos años antes de
    iniciarse la Edad Media. Después de luchar contra romanos e hispanos ponen
    su capital en Toledo. Poco a poco van dejando su lengua y adoptan el latín.
    Nos queda también su herencia lingüística: los germanismos (Álvaro,
    Fernando, Alfonso, guerra, falda). 5. La lengua árabeUna nueva invasión de la Península, venida de
    África, se inicia en el año 711. En una década dominan la Península y el
    sur de Francia. Con ella la lengua árabe entra en España y va a durar hasta
    el siglo XV. Esta nueva cultura va a devolver a España y, a través de ésta, a Europa, la cultura grecolatina, abandonada por los visigodos, en
    campos tan importantes como la medicina, las matemáticas, la filosofía, la
    botánica y la astronomía. Después del latín, el árabe es la lengua que
    más palabras aporta a nuestras lenguas romances: sustitución de los
    números latinos (I, II, III, etc.) por las cifras arábigas (1, 2, 3, etc),
    alcohol, álgebra, cero, La Mancha, Alcalá,
    Guadalquivir, alcalde, alférez, azucenas, ajedrez,
    albañil, alubia, aceituna, almacén. 6. El castellano primitivo
      A. Las lenguas romances españolasLa llegada de los pueblos germánicos a la Península
      Ibérica produjo la pérdida de unidad del latín y la aparición de
      variantes del mismo en distintas zonas geográficas. Aparecen las lenguas
      románicas o romances españolas, lejos de los territorios donde el
      dominio árabe era más fuerte: gallego, leonés, asturiano, castellano,
      navarro-aragonés y catalán. En la zona árabe los cristianos, y también
      muchos árabes y judíos, hablan el mozárabe, un latín evolucionado con
      muchos términos árabes. En esta lengua romance se escriben las jarchas:
      pequeños textos de amor, de dos, tres o cuatro versos, puestos al final
      de unos poemas de los escritores árabes y hebreos denominados moaxajas.
      Las primeras jarchas son del s. XI. B. Siglos X al XIV. Origen del castellanoSurge en Cantabria, en unos condados dependientes del
      reino de León, en contacto con el navarro-aragonés y la lengua de los
      vascones. 
        a. Los primeros textosSon del siglo X y se hallan en unos
        documentos denominados Glosas Silenses (Monasterio de Silos,
        Burgos) y Glosas Emilianenses (Monasterio de San Millán de la
        Cogolla, La Rioja). Las glosas son anotaciones, realizadas por un
        monje sobre ciertas palabras latinas para aclarar su significado. Las Glosas
        Emilianenses, según Alarcos Llorach, fueron "escritas en una
        zona que no pertenecía al condado de Castilla, sino situada en los
        confines occidentales del reino de Navarra", es decir, en la Rioja;
        por eso su lengua es, en su mayoría, la del dialecto riojano. En esta
        misma zona, dos siglos más tarde aparecerá Gonzalo de Berceo, primer
        autor de nombre conocido. En el siglo XII existen otros textos del
        primitivo castellano: Poema de Mío Cid y Auto de los Reyes
        Magos. Estas dos obras nos muestran elementos romances de la zona de
        Medinaceli y Toledo respectivamente. En estos años no hay una norma que
        dé uniformidad a la lengua. En el siglo XIII Alfonso X el Sabio, creador
        de la prosa romance, utiliza, según Lapesa, el lenguaje de Burgos,
        Toledo y León; el habla de Toledo, sobre todo, "sirvió de modelo
        en la nivelación lingüística del reino", cuyas características
        son: 
          mantiene la e en muchas palabras: monte por montutiliza te por tla frase se alarga y se hace flexible, aunque haya una excesiva
            repetición de queuso de un nuevo vocabulario aplicado a las ciencias y a la
            historia antigua para lo cual utiliza derivados (ladeza,
            anchura, de lado, ancho), palabras nuevas ("dicen en
            latín tribus por linage") y tecnicismos (septentrión). Con ello el lenguaje quedaba listo para exponer lo
        que se quisiera, como lo demostró el propio rey con la variedad de
        temas abordados en sus obras: leyes, historia, astronomía,
        mineralogía, astrología, ajedrez. Toda esta labor se realizaba en la Escuela de
        Traductores de Toledo, que había fundado en el siglo XII el obispo don
        Raimundo. En el siglo XIV Don Juan Manuel continúa la
        obra de Alfonso X y cuida no sólo el lenguaje, sino también la
        corrección y transmisión de sus escritos. En el extremo opuesto, Juan
        Ruiz utiliza un lenguaje vitalista con modismos y refranes; su Libro
        de Buen Amor queda en manos del pueblo para lo que disponga. C. Siglos del XV al XVII. Expansión del castellano
        a. Siglo XVPor toda Europa se extiende el Humanismo que
        fija el latín como modelo a imitar, teniendo muchos seguidores entre
        los autores. Esta corriente considera a las lenguas romances como de
        inferior categoría y se propone hacer un castellano a imagen y
        semejanza del latín, justo lo contrario que había intentado Alfonso X.
        Dentro de esta tendencia se encuentran Juan de Mena (1411-1456) y el
        Marqués de Santillana (1398-1458). Utilizan en sus obras recursos
        latinos como el hipérbaton e introducen una invasión de cultismos que
        el castellano no es capaz de asimilar. El poeta Jorge Manrique
        (1440-1479) representa un descenso en la tendencia latinizante. Paralelamente a esta tendencia culta, la lengua
        romance continúa su marcha imparable en el habla coloquial y en la
        literatura. Los poemas épicos y líricos del Romancero recogen
        esa veta popular del lenguaje, elevada ya a niveles de gran perfección
        formal. Una obra de finales de siglo, La Celestina,
        de Fernando de Rojas, recogerá y fundirá los elementos cultos y
        populares de las dos tendencias. En la época de los Reyes Católicos
        (1474-1517) el castellano domina sobre las demás lenguas peninsulares.
        El leonés y el aragonés quedan reducidos a su condición de lenguas
        rurales y familiares. Además, se establece como lengua literaria en
        Cataluña, Valencia, incluso en autores portugueses. Llega a Canarias
        entre 1478 y 1483, y a Hispanoamérica a partir de 1492. Tras la
        conquista de Granada (1492), los Reyes Católicos expulsan a los
        judíos: unos 170.000 salen de España hacia África y Europa, llevando
        con ellos el castellano que pasará a denominarse judeo-español o
        sefardí. En 1492 Elio Antonio de Nebrija, gran
        humanista español, publica su Gramática Castellana, la primera
        de las lenguas románicas, a las que servirá de modelo. Pretendía
        definir, codificar y preservar la estructura del castellano de cara al
        futuro. Además escribe un Diccionario hispano-latino y una Ortografía.
        La difusión de sus obras se ve favorecida por el descubrimiento de la
        imprenta a mediados del siglo XV. En esta época el castellano ha perdido muchos de sus rasgos
        medievales y, como dice Rafael Lapesa, "la unidad lingüística del
        centro de la Península estaba casi consumada", siendo el habla
        toledana "el modelo de buena dicción", frente al terreno
        perdido por el leonés y el aragonés. Características fonéticas de la lengua: 
          pérdida de la f inicial latina sustituida por la h
            aspirada, que en Castilla la Vieja ya no se pronuncia: farina
            por harina.la t final se convierte en d: bondat por bondad.cambian algunas formas verbales: amades por amáis, sodes
            por sois.vacilación en las vocales: sobir/subir.confusión de b/v. las sonoras z, -s- se hacen sordas: ç, -ss-.las sonoras g, j se ensordecen en x. en Sevilla se inicia el seseo y ceceo: diesmo (diezmo), Andrez
            (Andrés). b. Siglos XVI y XVIIDurante los siglos XVI y XVII el latín sigue
        siendo la lengua usada en las universidades y, aunque en cada nación se
        afirma el propio idioma, se le sigue considerando como modelo. La lengua
        romance será más perfecta cuanto más se acerque al latín. La Iglesia, que en un principio apoya al romance, prohíbe, a partir del Concilio de Trento, la lectura de los libros
        sagrados traducidos. Pero los escritores, Fray Luis de León y sus
        contemporáneos, escriben en romance, que es lo que habla el pueblo. El poder político y económico conseguido por
        España trae como consecuencia un desarrollo cultural cuyo vehículo
        será el castellano, que se denominará español. Su prestigio aumenta
        en España y en Europa, convirtiéndose en la lengua de las
        cancillerías diplomáticas. El español se estudia en Europa y se
        publican gramáticas y diccionarios, sobre todo en el siglo XVII,
        gracias a la facilidad dada por la imprenta. 
          Siglo XVI En el siglo XVI, frente al estilo del siglo anterior plagado de
          latinismos en palabras y oraciones, se busca una expresión
          simplificada usando un pensamiento culto con un lenguaje
          coloquial. Es la época del Renacimiento en la que se logra el
          equilibrio entre la forma y el fondo, resumida por Juan de Valdés en
          "escribo como hablo". Ésta será la forma de expresión utilizada por Garcilaso de la
          Vega, Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz,
          Miguel de Cervantes y el dramaturgo Lope de Rueda. Será el lenguaje
          de la gran novela picaresca, Vida de Lazarillo de Tormes, pero
          no el de la novela de caballerías que sigue usando artificios. El poeta Fernando de Herrera rompe esta línea y vuelve a un estilo
          lleno de artificios, antecedente de lo que será el Barroco. Siglo XVII El nuevo estilo del Barroco vuelve por los
          caminos de una forma que usa todos los artificios retóricos. Los
          textos se vuelven difíciles, aunque en esta época el lenguaje, en
          manos de grandes creadores, llega a su cumbre más alta. Digamos que
          el lenguaje es el gran protagonista del siglo XVII aplicando todo tipo
          de recursos: metáforas, alegorías, juegos de palabras, antítesis,
          etc. Así surgieron las grandes obras de la literatura. Los autores se vieron obligados a seguir este
          camino por la situación sociopolítica de España, aunque no todos
          escribieron de la misma manera. Así Miguel de Cervantes y Lope de
          Vega estuvieron, en muchas ocasiones, más cerca de la lengua
          coloquial; en cambio, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Pedro
          Calderón de la Barca, Tirso de Molina y Baltasar Gracián, llevaron
          sus estilos por la complicación formal, típica del Barroco. Fijación del idioma. Rasgos principales. En estos siglos comienza a fijarse el sistema
          actual de fonemas. El modelo toledano de pronunciación pierde fuerza
          frente al de Castilla la Vieja, que acaba imponiéndose. Así resume Lázaro Carreter las características
          principales: 
   
    | Fonemas medievales | Fonema 
        que prevalece |   
    | s 
        sorda | s 
        (sorda) |   
    | ss 
        sonora |   
    | z 
        sonora | ç, 
        en el siglo XVI (pronunciada como ts); a lo largo del XVII se irá 
        haciendo interdental (como es hoy); los testimonios indudables de esta 
        transformación son del siglo XVIII. |   
    | ç 
        sorda |   
    | g, 
        j sonora | g, 
        j (sorda), a principios del XVII (como es hoy) |   
    | x 
        sorda |   
    | -b- 
        oclusiva | -b- 
        (fricativa), en el siglo XVI (como es hoy) |   
    | -v- 
        fricativa |   
    | h- 
        aspirada | deja de pronunciarse en el siglo XVI. |  
      
        Al léxico español se incorporan galicismos (ocre, corcel,
        barricada, bayeta, brocha), italianismos (aguantar,
        capricho, novela, campeón, escopeta),
        lusismos (mermelada, caramelo, bandeja, mejillón,
        carambola), por el contacto que hay con estos países, y también
        palabras de las lenguas indígenas americanas (patata, chocolate,
        tiburón, huracán, Jauja). Se escriben tratados sobre la lengua: Diálogo de la lengua,
        de Juan de Valdés (h. 1536); Arte grande de la lengua española
        castellana, de Gonzalo de Correas (1625); El tesoro de la lengua
        castellana o española, (1611) de Sebastián de Covarrubias. D. Siglos XVIII - XX. El español moderno y contemporáneo.
        a. Siglo XVIIISe desarrolla en las universidades un movimiento
        favorable al uso del castellano encabezado por Feijoo y al que apoyan
        importantes figuras como Jovellanos. En 1713 se crea la Real Academia Española
        por orden de Felipe V. Su intención es velar por la pureza del idioma.
        Su lema es : "Limpia, fija y da esplendor". Uno de sus
        primeros trabajos fue la publicación del llamado Diccionario de
        Autoridades ( 1726-1737). Este mismo diccionario, sin textos de
        autores, se publicó en 1780 como Diccionario de la lengua española,
        del cual se han hecho 22 ediciones. La última en el 2001, caracterizada
        por la utilización de herramientas informáticas. En 1741 se publica la Ortografía que tiene
        cinco ediciones durante el siglo XVIII y sigue publicándose en el XIX.
        Se unifican las normas ortográficas: 
          supresión de la ss.sustitución de ph, philosofía, y th, theatro, por f
            y por templeo de x para representar el sonido gs, examen;
            deja de ser equivalente de j, México y paxe.desaparición de ç e imposición de las grafías za,
            ce, ci, zo, zu.empleo de y para el sonido consonántico.grafías cua, cue, cui en lugar de qua,
            que, qui.sustitución de ch por c o qu, Christo
            por Cristo.se conserva la h muda.permanecen las coincidencias fonéticas entre b/v, c/z,
            j/g, y/i. La última edición se ha publicado en 1999 como Ortografía
        de la lengua española con la colaboración, por primera vez, de
        todas las Academias americanas. En 1771 publica una Gramática de la lengua
        española y en 1780, con una disposición de Carlos III, se obliga a
        enseñar dicha gramática en todas las escuelas del reino. La última
        edición es de 1994. Debido a la presencia de los Borbones en el trono
        de España se produce una invasión de la cultura francesa que tiene su
        repercusión en la lengua. También la fuerza de la Ilustración dejó
        sus huellas en términos filosóficos, científicos. Ambas causas
        provocaron una invasión exagerada de galicismos en el español
        contra los que luchó la Academia y algunos autores. Esta reacción
        purista a favor del idioma quería evitar exageraciones como la de
        utilizar golpe de ojo, del francés coup d'oeil, por mirada. b. Siglo XIXEl idioma sigue abierto a las innovaciones
        léxicas, aunque lo principal va a ser la adaptación de la lengua a
        un mundo en el que surgen nuevas ideologías y nuevas formas de vida:
        costumbres, desarrollo de la ciencia, luchas políticas, comunicaciones,
        periodismo, movimientos literarios, nacionalismos. Todo este mundo
        abigarrado no cabía en el lenguaje demasiado normativo del siglo
        anterior. Así la lengua se va liberando de la imitación de los modelos
        clásicos y de las ataduras académicas hacia una mayor variedad y
        flexibilidad. Desde el terreno de las ideologías y la política
        llega una oratoria y un periodismo encendido adaptado a la nueva
        situación. Frente a ellos encontramos una mirada al pasado en la novela
        histórica y en el casticismo que tienen la batalla perdida. Desde el
        campo de la ciencia se produce, lejos del consejo de los neoclásicos de
        buscar el término usado por los clásicos, una invasión de cultismos y
        tecnicismos para designar la nueva realidad del progreso. Continúa la
        invasión de galicismos y el comienzo de los anglicismos, frente al
        descenso de los italianismos. Los movimientos literarios, romanticismo y
        realismo, contribuirán de manera definitiva a la creación de lo que es
        nuestra lengua actual. En este siglo se logra superar una de las peores
        pruebas por las que tuvo que atravesar el español, la independencia
        de los países hispanoamericanos. El peligro para conservar la
        unidad de la lengua se superó con la creación de Academias en ellos.
        La primera fue la Academia Colombiana en 1871, a la que siguieron la
        Mejicana, la Salvadoreña, la Venezolana. En España, destaca la
        preocupación por la lengua de Marcelino Menéndez y Pelayo. c. Siglo XXContinúa el trabajo para defender la unidad de la
        lengua con la creación de Academias en todos los países
        hispanoamericanos. La Academia Filipina aseguró la estabilidad
        lingüística en la zona de Extremo Oriente. Por otra parte, la presencia de toda una pléyade
        de grandes escritores, a ambos lados del Atlántico, ha
        enriquecido mucho la lengua de Cervantes. El Modernismo, iniciado en los
        últimos años del siglo XIX, aportó ritmos y léxico brillantes.
        El Grupo del 98 descubrió el sentido profundo de viejas palabras y
        variados mundos plasmados en sus novelas, dramas, poemarios y ensayos.
        Precisamente Castilla será uno de los conceptos sobre el que
        vuelven una y otra vez, de la mano de uno de los investigadores más
        insignes del origen del castellano y del resto de los dialectos del
        latín, Ramón Menéndez Pidal. Sus teorías castellanistas, en estos
        inicios del siglo XXI, están demandando una revisión sistemática. Serán discípulos suyos (Dámaso Alonso, Gili
        Gaya, Rafael Lapesa), los que continuarán a lo largo del siglo el
        estudio de la lengua en profundidad. Junto a ellos, nuevos
        investigadores estudian, en cátedras y publicaciones, nuestra lengua a
        la luz de todas las nuevas corrientes lingüísticas. Éstas son
        las que siguen fundamentalmente los autores de nuestros libros de texto. En la configuración del castellano actual
        intervienen nuevos factores, tales como la extensión de la
        cultura general y la enseñanza a las clases más desfavorecidas, el
        aumento de la producción editorial y periodística, la presencia masiva
        de la radio, la televisión y los ordenadores. Todo esto ejerce una
        acción niveladora y unificadora de la lengua en todo el ámbito
        hispanohablante. Otros factores a tener en cuenta es la penetración
        masiva de neologismos científicos, técnicos, deportivos, del inglés y
        del francés. La invasión de términos informáticos supone un reto
        para el trabajo de las Academias, que no pueden actuar con la suficiente
        rapidez para acoger tantas palabras. La última edición (22ª) del Diccionario
        de la Real Academia supone un esfuerzo al incorporar los términos más
        frecuentes del mundo informático. Se continúa la tendencia de adaptar lo más
        posible la fonética a la pronunciación. En este sentido van
        encaminadas las normas de la Academia de 1952 y 1959: 
          supresión de la tilde: á por a, monosílabos (fuí
            por fui). utilización libre de s por ps: sicología.utilización libre de t por pt: setiembre.s por sb: sustancia.utilización libre de la tilde en los pronombres demostrativos
            cuando no hay ambigüedad.se suprimen los dígrafos ch y ll como letras
            independientes en el diccionario (en la última edición de la Ortografía
            de la Real Academia). Hoy, la situación de las lenguas en España ofrece
        una panorámica totalmente nueva. La Constitución de 1978 creó las
        bases para pasar de la diglosia al bilingüismo. Por otra parte, los hablantes del castellano, o
        español por antonomasia, tienen conciencia de que su lengua va más
        allá de sus fronteras y llega hasta Hispanoamérica. Conciencia de una
        lengua presente, cada vez con más fuerza, en los organismos
        internacionales. Conciencia de la obligación de cuidar y alejar de los
        vulgarismos la lengua romance más hablada en el mundo.   [^]   |