Proceso de hominización - Los primeros: los Australopitecos
Los restos más antiguos de los antecesores del hombre se han encontrado en África. Se trata de los Australopitecos, que vivían en ese continente ya hace seis millones de años. Posiblemente fueron cambios climáticos los que provocaron transformaciones en esos primates africanos. Las lluvias fueron disminuyendo y la selva fue dejando paso a la sabana; los primates tuvieron que adaptarse a esa nueva forma de vegetación para poder vivir. Ello provocó cambios importantes en estos seres:
- Cuando vivían en la selva caminaban a cuatro patas (cuadrupedismo), pero en la sabana, por la necesidad de alimentarse fundamentalmente de hierbas, empezaron a andar solo con dos piernas (bipedismo). No se atrevían a cazar, pues los animales de la sabana (elefantes, jirafas, leones) no se dejaban coger con los palos y piedras de que disponían los australopitecos, que no sabían fabricar instrumentos.
- La necesidad de alimentarse de hierbas provocó otros cambios, se hicieron muy grandes, pues necesitaban tener estómagos enormes para acumular la mayor cantidad posible de alimentación poco nutritiva, como hacen los gorilas de hoy, que se pasan ocho horas diarias comiendo. Aumentaba el estómago y disminuía el tamaño de las mandíbulas y de los dientes.
- Para poder buscar restos de animales para comer o para poder cazar pequeños animales, vieron la necesidad de unirse en grupos. Todo ello desarrolló su inteligencia y poco a poco su cerebro fue aumentando de tamaño (el Australopiteco tenía una capacidad craneana de 500-600 cm3) y con ello también su capacidad de comunicación.
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