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Esquema de análisis de Ciudadano Kane
(tomado de Sánchez Noriega, José Luis, Historia del Cine, Madrid, Alianza, 2002, pp. 68-72)
ELEMENTOS FORMALES DEL TEXTO FÍLMICO. En cuanto a los códigos visuales, Ciudadano Kane marca un hito en la utilización de la profundidad de campo como procedimiento de montaje interno que exige una cuidada puesta en escena, además de objetivo gran angular, película más sensible, fuerte iluminación e intervenciones en el decorado. Secuencias como el intento de suicidio de Susan Alexander, la conversación de Thatcher con la madre o la crítica teatral de Leland que tiene que terminar Kane permiten un recorrido de la mirada por todo el encuadre que convierten en activo y creativo el acto espectatorial. Abundan las posiciones de cámara baja, los contrapicados y los encuadres complejos. Los movimientos de la cámara siempre están justificados y adquieren valor expresivo, por ejemplo, en el travelling vertical que muestra a los tramoyistas en lo alto del escenario de la ópera o los del inicio y final. En el noticiario se recurre a texturas de envejecimiento artificial de la imagen para expresar su condición de imágenes de archivo. También hay que subrayar que, en general, hay una diversidad notable de imágenes: documentales, de musical, dramáticas, intimistas, festivas, etc.
El sonido tiene relevancia tanto por su diversidad -música diegética y no diegética, ruidos, ecos, etc.- como por su utilización dentro del espacio dramático para caracterizarlo. La música no ilustra o resulta redundante respecto a la imagen, sino que le otorga densidad o explicita las significaciones, no en vano, el compositor trabajó desde la fase de preparación y hay secuencias que se montaron en función de la partitura. En cuanto a los códigos sintácticos, hay que subrayar los encadenados entre los fragmentos; el montaje como tal viene determinado de forma muy clara en el guión y por la precisión con que se rueda, sin tomas alternativas.
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