Digamos brevemente en qué consiste el metabolismo. Su estudio es bastante complejo y habría que emplear conceptos y fórmulas químicas que serían objeto de un trabajo específico sobre él.
Podemos definir el metabolismo como el conjunto de fenómenos químicos que se verifican en el interior del organismo, en los aparatos digestivo y respiratorio (las reacciones químicas de la digestión no forman parte del metabolismo).
Las reacciones metabólicas se pueden dividir en dos tipos:
- Constructivas o sintéticas, se caracterizan por una complicación progresiva de las moléculas que se van formando, esta fase se llama anabolismo o asimilación.
- Destructivas o analíticas, se caracterizan porque los productos que van apareciendo son cada vez más sencillos, esta fase se llama catabolismo o desasimilación.
Pongamos un ejemplo de cada uno de los procesos, de manera muy simple y esquemática:
- El proceso por el que la glucosa se transforma en energía combinada con el oxígeno procedente del aire respirado forma parte del “catabolismo”.
- El proceso por el cual nuestro organismo forma nuestros músculos con los alimentos ingeridos forma parte del “anabolismo”.
En relación con el concepto anabolismo digamos que los productos llamados anabolizantes que utilizan los practicantes del culturismo aceleran los procesos del tipo constructivo en el cuerpo. Estos productos son considerados doping por todas las federaciones deportivas de todos los países y por sus organizaciones internacionales. Suelen ser hormonas sintéticas que aceleran y aumentan el rendimiento del anabolismo. Al no ser un proceso natural tienen efectos negativos sobre la salud de los que se someten a estos tratamientos, la mayoría de veces sin control médico.
Hay otros productos que se utilizan y se venden libremente en los gimnasios y tiendas, están relacionados con el metabolismo pero no tienen las características de los anabolizantes, los aminoácidos. Los aminoácidos son los componentes esenciales de las proteínas. Lo que se hace con la ingesta de estos productos es poner a disposición del cuerpo los “ladrillos” para formar su estructura. Desde el punto de vista de la salud muchos de ellos no tienen control sanitario y puede ser arriesgado su consumo. Estos productos suelen ser utilizados por algunos deportistas de élite bajo control médico.