"El almuerzo de los remeros"

El estilo de Renoir, como el de todo pintor, sufrió una evolución durante su vida artística que le llevó a alejarse, a principios de la década de 1880, de algunos de los presupuestos que compartía inicialmente con sus compañeros impresionistas. En esa época, ya intuía que era necesario dar más importancia al dibujo. En El almuerzo de los remeros (1880-81) ya se manifiesta esta mayor preocupación por el dibujo, al existir contornos mucho más definidos, menos diluidos en las pinceladas.


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El almuerzo de los remeros
Pierre-Auguste Renoir (1880-81)
 
El almuerzo de los remeros

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El almuerzo de los remeros
Pierre-Auguste Renoir (1880-81)

Tema

En esta obra Renoir representa a algunos de sus amigos disfrutando de una agradable sobremesa en una terraza sobre el río Sena del restaurante Maison Fournaise, en Chatou. En este restaurante también se alquilaban botes para dar paseos por el río.

Pinceladas

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El almuerzo de los remeros

Pincelada

La gama de pinceladas que exhibe Renoir es más amplia de lo que solía ser habitual en él: en la naturaleza muerta hay pinceladas muy empastadas, al contrario que en la delicada modulación tonal de la superficie de la piel, contribuyendo al modelado de las formas humanas.

Pinceladas

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El almuerzo de los remeros

Composición

La composición tiene un carácter fotográfico por la baranda del balcón en diagonal, la ligera perspectiva aérea y el toldo cerrando la escena por arriba.

El juego de miradas entre los personajes, que parecen mirarse por parejas, dota de un gran dinamismo a la escena, e invita al espectador a recorrerla en todas direcciones.

Detalles

Aunque no se conservan apuntes preparatorios para esta obra (que sin duda Renoir llevó a cabo), el análisis con rayos-X del lienzo muestra que el trabajo sufrió algunas modificaciones. Por ejemplo, Renoir añadió a última hora el toldo rojo y amarillo que cubre la terraza. Si se hubiera mantenido el cielo, en lugar del toldo, la escena parecería menos cohesionada. Con este recurso de añadir el toldo el efecto de vuelo del balcón sobre el río es más verosímil.

Se puede ver el cuadro como un compendio de estilos (como lo era la Merienda campestre de Manet), donde esta presente el retrato, paisaje, naturaleza muerta y escena de género. Pero, sobre todo, es una obra que supone un canto la alegría de vivir que tanto le gustaba ensalzar en sus obras y que hace que se le considere como el impresionista más optimista.

 

La crisis creativa en que estaba Renoir cuando estaba trabajando en esta obra se intensificó durante el viaje a Italia de finales de 1881, cuando observando las obras de Rafael y después de leer un libro de arte que elogiaba el dibujo, se convenció de la necesidad dar más importancia al dibujo, en la línea emprendida en El almuerzo de los remeros.

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