Pincelada
Este es el caso del cuadro que nos ocupa. La vista del puerto de Marsella fue un tema que pintó en varias ocasiones. La tela que tenemos delante es un estupendo ejemplo de la típica pincelada casi rectangular de Signac. Cada pincelada venía a ser como una tesela de un mosaico pictórico.
Color (1)
Detalle de
Una vista de Marsella
También en esta obra es notable el uso que hace Signac del color para conseguir efectos luminosos aplicando la «ley del contraste simultáneo». Las pinceladas de colores puros aparecen complementadas por colores secundarios, para crear un vibrante efecto de luminosidad a través del color:
1. La luz del sol se simula con pinceladas de amarillo, en contraste con el violeta del perfil de la ciudad en el horizonte. Signac también esparce pinceladas de amarillo complementadas con violeta en los reflejos de la luz sobre el agua.
Color (2)
Detalle de
Una vista de Marsella
2. En los cascos rojizos de los barcos de la izquierda abundan los toques de verde. Signac incluso pone un casco verdoso al lado de otro con una franja rojiza.
Composición
Signac logra el efecto de profundidad al emplear colores más tenues en los elementos más alejados, y más vivos en los cercanos (que están a ambos lados del lienzo). La barquita con figuras humanas cumple una función de enlace entre el resto de los elementos compositivos de la imagen.
Por último, es destacable el logrado efecto de contraste entre las líneas de color horizontales del agua del mar, y las verticales de los mástiles de los barcos, lo que aporta equilibrio al conjunto.