El déficit económico del Estado (debido a una enorme deuda pública) y la situación de rebeldía en los territorios americanos se unieron al descontento de muchos militares que, después de combatir contra Napoleón, veían cómo eran marginados por nobles emigrados y por cortesanos de Fernando VII.

Los grupos liberales no podían difundir sus ideas pero se organizaron en sociedades secretas de carácter masónico. En muchas de ellas participaban militares descontentos, que muy pronto protagonizaron pronunciamientos de carácter liberal.

Un pronunciamiento es una proclamación de uno o varios militares cuya finalidad es el cambio político. Los autores del pronunciamiento creen contar con apoyos sociales, políticos o económicos que permitan que los cambios se lleven a efecto. Los militares sublevados arriesgan su vida pero, si tienen éxito, pueden conseguir gloria personal y el ascenso en el escalafón.

Entre 1814 y 1820 se produjeron en España varios pronunciamientos liberales:

• Espoz y Mina se levantó en Pamplona en septiembre de 1814, intentando cambiar al Rey hacia una solución liberal. El movimiento fracasó y Espoz y Mina tuvo que refugiarse en Francia.
  
  
• Díaz Porlier, guerrillero liberal y héroe de la guerra, protagonizó un pronunciamiento en La Coruña por la Constitución de 1812. Tras su fracaso fue ahorcado.
  
  
• La Conspiración del Triángulo (1816) pretendía secuestrar al Rey y obligarle a jurar la Constitución de 1812. De inspiración masónica, es un antecedente del alzamiento de Riego.
  
  
• El general Lacy se pronunció en Barcelona, donde contaba, al parecer, con el apoyo de un amplio sector de la burguesía catalana. El pronunciamiento fracasó y Lacy fue condenado a muerte.
  
  
• En 1819 se produjo en Valencia un levantamiento que fue reprimido cruelmente.
  
  
• Finalmente, el 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael de Riego, con un ejército que iba a embarcar a América, se subleva en Cabezas de San Juan y proclama la Constitución de Cádiz.