Desde sus primeros años, la dictadura de Franco se fue configurando según las siguientes características: - Concentración del poder en Franco, presentado como un caudillo providencial, que asumía la jefatura del Estado, del gobierno, del partido único y del ejército (generalísimo).
- Restricción de los derechos y libertades de asociación y reunión y prohibición de los partidos. Las fuerzas que apoyaron la sublevación quedaron integradas en un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS (llamado después el Movimiento). Además, Franco se apoyó en las diferentes “familias del régimen”: monárquicos, católicos, ejército, tecnócratas, etc.
- Prohibición de los sindicatos de clase y de la huelga. En su lugar, creación de un sindicalismo vertical, que agrupaba obligatoriamente a obreros y empresarios, supeditado al Estado.
- Asignación del mantenimiento del orden interior a las Fuerzas Armadas.
- Control total de la información, a través de la censura y la propaganda (limitada a divulgar los principios del Régimen).
- Represión sistemática, ejercida mediante la jurisdicción militar, a los partidarios de la República durante la Guerra Civil: Ley de Responsabilidades Políticas (1939) y Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940).
- Nacional-catolicismo: la identificación de la nacionalidad española con los valores del integrismo católico.
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