El panorama de acontecimientos que sucedieron en el reino de Castilla en el año 1492 no solo expone los cambios que se estaban produciendo en ese territorio, sino que se presenta como símbolo de las transformaciones que ocurrían en otras partes de Europa. Surgía en la segunda mitad del siglo XV una nueva etapa que se denomina la Edad Moderna, en la que se coloca el nacimiento del estado moderno.
Los cambios que se producían eran consecuencia de la evolución en los tiempos precedentes, y a su vez serían la causa de lo que ocurriría en el futuro. Un buen ejemplo es el descubrimiento de América, consecuencia del proceso político, económico y cultural de las décadas precedentes, que a su vez fue causa fundamental de los cambios económicos y sociales que se produjeron durante el siglo XVI, considerados como los primeros pasos hacia el capitalismo.
Los monarcas que se llevaron el mérito de apoyar el descubrimiento fueron los Reyes Católicos, monarcas de las coronas de Castilla y Aragón que, junto a los reyes de Inglaterra y Francia, fueron los iniciadores de la monarquía autoritaria Los Reyes Católicos comenzaron a dar pasos esenciales en la política exterior que conducirían a hacer de los reinos hispánicos un poder influyente en Europa con un papel relevante en la expansión europea. El gran acontecimiento fue el descubrimiento del “nuevo mundo”, pero Castilla ya había iniciado su expansión por el Atlántico antes, cuando puso el pie en las Islas Canarias. Al producirse unos cambios tan importantes en campos tan distintos, economía, sociedad, política, arte, cultura, religión, etc. se considera superada la etapa denominada Edad Media, para iniciarse la Edad Moderna. |