Aspectos políticos - Monarquías autoritarias
La monarquía autoritaria como modelo político de transición entre la monarquía feudal y la monarquía absolutista, fue el cambio político esencial con el que se finaliza la Edad Media y comienza la Edad Moderna, y que hay que incluir entre los cambios introducidos en este tiempo. Los reyes, cuyo poder había estado limitado por la nobleza durante la Edad Media, habían luchado por reunir en sus manos el máximo poder posible y para finales del siglo XV o comienzos del XVI algunas monarquías consiguieron reunir mucho poder, son las que se denominan autoritarias.
La monarquía autoritaria podría definirse como aquella en la que el rey detenta el poder político, aunque tiene que mantener los privilegios de algunos grupos, no de la nobleza pero sí de la burguesía, enriquecida por el comercio y base del poder económico de los reyes. El fortalecimiento del poder lo consiguieron a través de cambios en la política interior como la creación de ejércitos permanentes, de mercenarios a sueldo, y la utilización de la artillería, una organización administrativa burocrática y una hacienda para controlar ingresos y gastos del reino; las medidas de política exterior se centraron en el establecimiento de relaciones diplomáticas beneficiosas para los países aliados, que les permitían hacerse fuertes y enfrentarse de manera conjunta a los enemigos.
Buenos ejemplos de monarquías autoritarias son las de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos en Castilla y Aragón, Luis XI en Francia y Enrique VIII en Inglaterra.
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