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Textos
literarios como fuente histórica
por Enrique Villalba Pérez
Ahora bien, el empleo de la literatura no debe encaminarse Ðcomo también
ocurre a veces- a completar el texto, a adornarlo o embellecerlo con
citas prestigiosas, brillantes o más o menos inéditas. La literatura
es una fuente fundamental para numerosos aspectos de la historia social
de la España de los Austrias, por ejemplo. Pero debe emplearse tomando
precauciones, utilizando filtros adecuados que nos permitan distinguir
su verdadera utilidad.
Como norma general ha de tenerse en cuenta la finalidad de la literatura
en la época, los grupos sociales y los intereses implicados en ella,
los valores de los autores y los que quieren transmitirse al público.
Las diferencias entre unos géneros y otros son, en este sentido, muy
llamativas. Es obvio que los condicionamientos de la comedia determinan
las imágenes sociales o de poder que transmite; mientras que los planteamientos
de la narrativa son diferentes Ðy dentro de ella, por ejemplo, los
de la novela picaresca también-.
Una buena medida es extremar el cuidado en la pertinencia y variedad
de estas fuentes literarias. Están muy trillados algunos senderos
del teatro y de la picaresca, pero hay otras obras, otros autores
de segunda fila mucho menos utilizados y que, aunque no tan brillantes
literariamente, pueden tener gran valor histórico. Y en todo caso
han de combinarse varias de ellas. La contrastación es, en efecto,
otra garantía necesaria. Si toda fuente histórica precisa de contrastación,
las literarias la necesitan si cabe aún más.
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