El cambio de siglo se caracteriza por una acumulación precipitada de incertidumbres y esperanzas para la humanidad. Después de más de medio siglo de explosión demográfica incesante, se prevé controlar la población a finales del siglo XXI, lo que significará una estabilidad desconocida en la historia. Pero los problemas del crecimiento económico son tales, que la biosfera sea alterada o destruida debido a los cambios que la acción humana está originando en el planeta.
El impacto científico y tecnológico en nuestra sociedad es enorme y los cambios en la actualidad modifican formas de vida que habían permanecido estables durante milenios. Las nuevas tecnologías han hecho evolucionar rápidamente nuestros hábitos y nuestras ideas, y los nuevos modelos se difunden por todo el mundo, al igual que los productos industriales o las inversiones: es la globalización.
Los modelos y los conceptos políticos tradicionales se resienten. Una nueva geopolítica ha relevado a la guerra fría después de la caída de la Unión Soviética. La lucha por la hegemonía mundial sigue vigente, y pese al poder desplegado por los Estados Unidos en prácticamente todo el planeta, nuevas amenazas como el terrorismo internacional o la emergencia de nuevas potencias, cuestionan la primacía americana en el futuro. Y ante las nuevas formas de conflicto, la democracia y los derechos humanos siguen siendo un reto para la humanidad. |