La Europa del Este
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la URSS organizó las democracias populares en los Estados de Europa oriental (Polonia, R.D. Alemana, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania), dirigidos por partidos comunistas sometidos al ejército soviético. Algunos países buscaron modelos diferentes, como Yugoslavia, donde su líder Tito estableció un sistema intermedio entre el socialismo y el capitalismo. También Albania abandonó las directrices estalinistas para mantener estrechas relaciones con China.
Los vínculos económicos entre la URSS y los países del Este se organizaron siguiendo los principios de la planificación socialista controlados por el COMECON -hasta su disolución en 1991- del que dependían los suministros de materias primas.
Las diferencias históricas, étnicas o religiosas de cada Estado hacían difícil el establecimiento de un único modelo económico. La excesiva centralización, la falta de información sobre los recursos disponibles, el nulo estudio de la demanda y la mala calidad de la producción provocaban una crisis económica continua.
Las protestas más significativas en estos países fueron las siguientes:
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