A costa de grandes sacrificios de la población, bajo el dominio de Stalin la URSS se convirtió desde finales de los años treinta en una auténtica potencia:
- Creció la producción, se construyeron grandes obras públicas (centrales eléctricas, el metro de Moscú,...) y un potente ejército. Todo ello mientras el mundo occidental vivía la crisis del capitalismo de 1929.
- Gran crecimiento numérico del Partido Comunista y proceso de burocratización. Los puestos de dirección política y económica estaban ocupados exclusivamente por militantes del Partido.
- En el campo artístico, se puso fin a la experimentación vanguardista. Se impuso como arte oficial el “realismo socialista”, con su carácter propagandístico y de fácil comprensión para las masas.
- La URSS fue el foco de la revolución socialista internacional, mediante el control de los partidos comunistas de todos los países a través del Komintern. Después del final de la II Guerra Mundial, su modelo y su poder se extendieron a muchos otros países.
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