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Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno
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Isabel I de Castilla y Fernando I de Aragón
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Isabel era hija de Juan II de Castilla. No hubiera sido reina de no haber sido por los conflictos entre la nobleza y la monarquía que se desarrollaron durante los siglos finales de la Edad Media. Los enfrentamientos de la nobleza con el rey Enrique IV beneficiaron a su hermanastra, la princesa Isabel. Los nobles se opusieron a Enrique IV y a la sucesión de su hija Juana, apodada la Beltraneja por los enemigos de su padre, que decían que no era hija de Enrique IV sino de un noble de la corte llamado Beltrán de la Cueva.
Aunque Juana era legítima heredera, tan pronto como murió Enrique IV Isabel se hizo proclamar reina de Castilla, y comenzó una guerra con su sobrina Juana. A Isabel la ayudaban las tropas del reino de Aragón, donde reinaba el padre de su marido, y a Juana las tropas del reino de Portugal, al ser Juana la Beltraneja hija de una princesa portuguesa.
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