Se ha incidido mucho en que la conquista del reino nazarí se consiguió por una conjunción de factores: acciones bélicas, negociaciones diplomáticas y disensiones internas del reino nazarita. Fuera cual fuere el peso de cada uno de estos factores, finalmente se consiguió la entrega de las llaves de la ciudad de Granada a los Reyes Católicos.
Como se había hecho en otras partes y en tiempos anteriores, los habitantes del reino podían permanecer siendo musulmanes, hablando en árabe y manteniendo sus costumbres. No se les obligaba a convertirse, tal como apunta don Juan Manuel en el Libro de los Estados: ¨Por esto hay guerra entre los cristianos y los moros, y habrá hasta que hayan cobrado los cristianos las tierras que os moros les tienen forzadas; pues, ni por la ley ni por la secta que ellos tienen, no habría guerra entre ellos. Pues Jesucristo mandó que no matasen ni apremiasen a ninguno porque tomasen su ley, pues El no quiere servicio forzado sino el que se hace de buen talante y de grado”. |