En el siglo XVIII se produce un vasto movimiento ideológico y cultural que arranca de la centuria anterior: el movimiento racionalista de la Ilustración. Su finalidad fundamental fue, desde la razón humana, difundir el progreso y los grandes descubrimientos científicos basados en la observación directa de la Naturaleza (viajes científicos internacionales) y en el método experimental.
La Ciencia, que había alcanzado un importante desarrollo en el siglo XVII, multiplicó sus descubrimientos durante el Siglo de las Luces. Las Matemáticas, la Astronomía, la Química y las Ciencias Naturales realizaron importantes avances. Una aplicación técnica de estos hallazgos fue la máquina de vapor del escocés Watt (1763) que revolucionó la industria y la economía.
El pensamiento ilustrado reformó una legislación que impulsó notablemente el desarrollo económico. Estas transformaciones no fueron acompañadas de cambios inmediatos en el terreno institucional, pero la difusión de las nuevas ideas por toda Europa y América fue un factor decisivo para las revoluciones liberales de comienzos de la Edad Contemporánea.
Los principales divulgadores de estas ideas fueron llamados ilustrados y destacaron en diferentes ramas del pensamiento o la ciencia. |