El arte barroco parte de las bases esenciales del Renacimiento, y propone nuevos valores estéticos que de manera general podrían aplicarse a las distintas formas artísticas:
- De carácter formal: Movimiento, Luz y Color.
- De carácter temático: Realismo.
- De carácter compositivo: Teatralidad
Estos valores estéticos se pondrán en práctica en los encargos de una clientela cada vez más variada, que lleva a los artistas a interesarse por temáticas diferentes:
- Para la Iglesia Católica: el arte como instrumento de propaganda de la Contrarreforma católica. Las iglesias se llenan de decoración fastuosa, como pórticos del cielo. Se trata de fomentar la fe y la piedad de los feligreses, y se decoran las iglesias con esculturas y pinturas que representan éxtasis místicos, martirios y milagros.
- Para las monarquías absolutas: el arte ha de servir para exaltar y mostrar el poder del monarca. Grandes edificios, jardines, dentro de una concepción del urbanismo barroco que lleva, como en la ciudad y el Palacio de Versalles, a hacer sentir pequeño al súbdito que contemplaba la grandeza que rodeaba y magnificaba al Rey Sol.
- Para los países protestantes: los territorios alemanes y holandeses, dominados por el protestantismo y sin una monarquía absoluta, desarrollaron un modelo social en el que la burguesía ocupó un papel importante, y que configuraría la clientela del artista barroco de esos países. Se trata de un arte que ocupará estancias menos suntuosas y más pequeñas que las grandes iglesias o los grandes palacios, y por ello el arte es más intimista y se especializa en temas cotidianos, domésticos y retratos.
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