La escultura barroca refleja las características del arte barroco en general, de manera que el efecto teatral o escénico de las obras es fundamental, al tiempo que se trata de representar las figuras con un máximo de realismo.
Las características esenciales de la escultura barroca podrían resumirse en los siguientes puntos:
- representación del movimiento conseguido a través de un especial énfasis en el dinamismo de las imágenes.
- utilización de las líneas curvas y oblicuas que dan impresión de equilibrio inestable.
- importancia de la representación de los ropajes como medio de conseguir un mayor dinamismo y movimiento de las figuras.
- monumentalidad, especialmente los conjuntos escultóricos al servicio de escenarios urbanos, como plazas o jardines.
- importancia de la representación naturalista, de estados anímicos de las figuras, captadas en momentos fugaces.
- utilización de la iluminación conseguida a través de superficies convexas y cóncavas que dan idea de claroscuro.
- uso de materiales de piedra, mármol y bronce.
- temática religiosa (éxtasis, martirios, o momentos de arrebato místico), laica (retratos de personajes poderosos, escultura funeraria) y mitológica.
De entre los escultores barrocos hay que destacar muy especialmente a Bernini, con dos obras especialmente famosas: el éxtasis de Santa Teresa y Apolo y Dafne, con las que muestra todas las características antes expuestas y se ve el interés por los temas religiosos y mitológicos.
En España se encuentran importantes escultores, algunos de ellos relacionados con la fabricación de pasos para las procesiones de Semana Santa, en los que la teatralidad y el naturalismo del Barroco se pueden observar muy bien.
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