La monarquía hispánica continuó siendo la mayor potencia europea durante la primera mitad del siglo XVII. El rey Felipe III mantuvo una política pacifista, y de no intervención en los conflictos europeos, pero su sucesor Felipe IV participó en el conflicto más importante del siglo, la Guerra de los Treinta Años, con resultados negativos para los intereses de la monarquía hispánica. |