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 MEDIEVAL |
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| 4. Mercaderes |
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El Mediterráneo había sido vía comercial importante durante la antigüedad. Lo seguiría siendo durante la Edad Media aunque con altibajos: tuvo tiempos de esplendor, y tiempos de decadencia.
Los momentos de esplendor fueron protagonizados por las ciudades italianas, que se introdujeron en el comercio con Oriente y lo controlaron, luchando por disfrutar de monopolios. Venecia y Génova, seguidas de Pisa, Florencia y Nápoles, fueron las ciudades más importantes en el control del comercio por el Mediterráneo.
Venecia fue una de las ciudades auténticas señoras del mar. Consiguió parte de sus beneficios y una posición considerable, al apoyar con su flota a algunos de los poderes enfrentados de aquel tiempo. Los venecianos se aprovecharon del declive de la armada bizantina, de la que habían copiado los tipos de barcos y las rutas a seguir, para ofrecer sus servicios al emperador de Bizancio a cambio de libertad de comercio con todo el imperio sin pagar tributos.
Al llegar el tiempo de las cruzadas, Venecia incrementó su posición dominante en el comercio del Mediterráneo. Sus barcos, que hacían el camino del Mediterráneo de forma muy familiar, ayudaron a transportar tropas en algunas cruzadas. En concreto la cuarta cruzada le valió el dominio de plazas importantes en el Este del Mediterráneo.
De este tiempo viene la formación de colonias de mercaderes en el Este del Mediterráneo, donde no solo venecianos, sino sus principales competidores, los genoveses, y otros italianos (pisanos y florentinos) o franceses (de Marsella), establecieron colonias que mantenían activos los barcos que surcaban el Mediterráneo con los productos exóticos provenientes de los comercios asiáticos.
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OCÉANO ATLÁNTICO
