Orientaciones
ORIENTACIONES METODOLÓGICAS
Actividad 1. Identificar los diferentes tipos de mezclas (homogéneas y heterogéneas) a partir del análisis de
los alimentos consumidos durante un día (1 sesión)
Para comenzar la actividad, los alumnos y alumnas deben realizar una lista de los alimentos consumidos
durante el día anterior, detallando lo que han consumido en el desayuno, almuerzo, merienda y cena. Deben considerar lo que
comieron y lo que bebieron y, es fundamental que incluyan todos los ingredientes.
El objetivo de esta actividad es que el alumnado pueda identificar en la lista que ha elaborado dos tipos
de mezclas: homogéneas y heterogéneas.
En la “Guía del alumno” hay una posible lista de los alimentos consumidos en un desayuno y almuerzo típicos.
Se incluye además una receta.
A partir de este ejemplo y con una serie de preguntas, se orienta la reflexión acerca de los componentes
que pueden diferenciarse en cada una de las comidas, para abordar el concepto de fases.
Luego, los/as alumnos/as tienen como tarea agregar nuevas columnas a la tabla que elaboraron previamente
y clasificar a cada uno de los alimentos consumidos como mezcla homogénea o heterogénea, indicando el número de componentes
y la cantidad de fases.
Sugerencias:
En esta actividad es importante que los alumnos y alumnas comprendan que la mayoría de las sustancias
que conocemos son en realidad mezclas. Para ello puede ser conveniente que se haga un “recorrido” por la escuela o se remita
a los hogares para evidenciar la presencia de dichas mezclas: no sólo las comidas son mezclas que preparamos. Muchas mezclas
las compramos ya elaboradas: la mayonesa, el vinagre, la mantequilla, la leche, las galletas, el yogur… y muchos otros alimentos
tienen varios componentes y aditivos. También utilizamos mezclas a diario para otras actividades: el dentífrico, el lavavajillas,
el jabón para el cabello, las pinturas para las paredes, los combustibles, etc.
En cuanto al trabajo en el aula es muy importante utilizar soluciones insaturadas, ya que en las definiciones
utilizadas se ha tenido en cuenta que el soluto se disuelve totalmente en el solvente, es decir que no hay saturación.
Se sugiere abordar este concepto en clase utilizando como ejemplo alguna de las infusiones habituales
consumidas por el alumnado, e ir agregando cantidades crecientes de soluto (y posterior agitación de la mezcla) de modo que
quede en evidencia que la solubilidad depende de la cantidad relativa de soluto y solvente, es decir de la concentración
de la solución.
La capacidad de disolución de un soluto por parte de un determinado solvente es limitada. Por encima
de ese límite (si continuamos a la misma temperatura) todo el soluto que se agrega no se disuelve y queda en el fondo del
recipiente.
En el caso de soluciones saturadas los alumnos y alumnas podrían decir que los ingredientes se identifican
a simple vista y ya no se trata de mezclas homogéneas sino heterogéneas. Es importante aclarar este punto para no inducir
errores.
Finalmente, se pueden buscar algunas recetas para utilizarlas en el caso de que los/as alumnos/as no
hayan incluido ambos tipos de mezclas o no conozcan los ingredientes.
Ondakin. Cocina vasca, mediterránea y del más allá.
http://ondakin.com/seccion/recetas
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