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Las democracias y el ascenso de los totalitarismos. |
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Fascismo italiano - El régimen fascista |
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En los tres primeros años, Mussolini gobernó manteniendo algunas instituciones del sistema liberal, como el parlamento.
A partir de 1925, convertido en el jefe todopoderoso (el Duce) fue implantando gradualmente la dictadura, con un Estado que llamó “totalitario”. Eliminó a los partidos de la oposición (socialistas, comunistas, democristianos) quedando como único el Partido Nacional Fascista, cuyos órganos se equiparan a los órganos del Estado. La resistencia antifascista -poco activa- fue eliminada y la masa del pueblo italiano aceptó el fascismo, unos con entusiasmo y otros con pasividad.
Su política se va a concretar, principalmente, en los siguientes aspectos:
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Política exterior |
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Al principio, Mussolini defendió una política pacificadora y moderada: presencia de Italia en la Conferencia de Locarno, buena relación con el Reino Unido y acuerdos con el Vaticano (Tratado de Letrán de 1929). |
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A mediados de los años treinta, la política exterior dio un giro hacia la expansión territorial y militar: invasión de Abisinia y Albania. El apoyo a Franco en la Guerra Civil española reforzó la amistad con la Alemania nazi (Eje Roma-Berlín) y anunció la catástrofe de una nueva guerra mundial. |
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Política económica |
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Intervencionismo estatal con apoyo a la empresa privada, para estimular la producción, sanear la economía nacional y fortalecer la moneda (“batalla de la lira”). |
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Fuerte inversión en infraestructuras: carreteras, puentes, pantanos, etc. |
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A partir de la crisis económica internacional, la política económica se orientó a la autarquía. |
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Política social |
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La Carta del Lavoro (1927) reguló las relaciones laborales: trabajadores y empresarios se encuadran en el sistema de las corporaciones, se suprime la huelga, etc. Y se estableció la subordinación de las fuerzas económicas al desarrollo general de la nación. |
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Medidas para favorecer el incremento de la natalidad. |
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