"Una
ideología que, rechazando el principio democrático de la masa,
aspira a consagrar este mundo a favor de los mejores pueblos,
es decir, a favor del hombre superior, está lógicamente obligada
a reconocer también el precepto aristocrático de la selección
dentro de cada nación, garantizando así el gobierno y la máxima
influencia de los más capacitados en sus respectivos pueblos.
Esta concepción se basa en la idea de la personalidad y no de
la mayoría".
Adolf Hitler: Mi Lucha, 1925. |