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Fuego que arrasa |
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1. Fuego de la naturaleza |
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Pese al dominio que el hombre contemporáneo tiene sobre el medio que habita el fuego de la naturaleza sigue castigando inmisericorde a la humanidad. El 18 de abril de 1906 un terremoto arrasa la ciudad norteamericana de San Francisco, situada en la falla geológica de San Andrés, una de las zonas orogénicas más activas del Planeta. El oleaje del Pacifico no puede sofocar el espectacular incendio. La catástrofe es causa de la pérdida de vida de casi un millar de personas. En el archipiélago japonés, el 1 de septiembre de 1923, las principales ciudades aparecen arrasadas y envueltas en las llamas de los pavorosos incendios que provoca la oleada de temblores de tierra. Más de trescientas personas pierden la vida. En Perú, en 1970, un seísmo arrasa el litoral y un sector de la cordillera de los Andes. Bajo los escombros perecen más de setenta mil personas. Sólo tres ejemplos de una pesadilla recurrente. |
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